Oración a San Antonio de Padua
San Antonio de Padua nació probablemente en Lusitanus (Lisboa). En el barrio más emblemático de la ciudad, allá por el año 1191. Su nombre era Fernando Martim de Bulhões e Taveira Azevedo. Pero lo cambia al ingreso, en 1220, en la Orden de los frailes menores (Franciscanos).
Inició sus estudios en la abadía agustina, a las afueras de Lisboa. Dónde los frailes agustinos estaban dedicados al estudio de las escrituras. Pero en 1220, tras el asesinato de tres sacerdotes y dos legos en Marruecos, cambió su vida para siempre. En primer lugar, se mudó de orden, a la de los franciscanos. Y en segundo lugar, fue allí dónde tomo como nombre Antonio, en honor de San Antonio Abad.
Vida de San Antonio de Padua como predicador
San Antonio fue un gran predicador. Incidía, con gran vehemencia, en sus sermones en el amor al prójimo, la caridad, el amor a Dios, inducía a confesar los pecados, desafiaba los vicios sociales…
Tanto fue su fama que el propio San Francisco le encargó que a través de sus palabras luchara contra las herejías que iban gestándose. Y que estaban amenazando los dogmas de la Iglesia Católica.
Se convirtió en un viajero incansable, enfermó de hidropesía, y el 13 de Junio de 1231, en un convento, descansando cuando se dirigía a Padua, entregó su alma al Señor.
Canonización de San Antonio
Fue canonizado por el papa Gregorio XI a tan solo 232 días de su muerte, y nombrado «Doctor de la Iglesia» por Pío XI en 1946.
Se le atribuyen numerosos milagros, entre ellos el haber estado en diversos sitios a la vez, hablar y ser entendido por los peces, y ser visitado por el Niño Jesús, de ahí su representación en figuras y cuadros.
Su fiesta se celebra el 13 de Junio, y es patrón entre otros, de aquellos que buscan pareja, de los novios y de los matrimonios.
Oración a San Antonio de Padua
¡Oh! admirable y esclarecido protector mío, San Antonio de Padua! Siempre he tenido grandísima confianza en que me habéis de ayudar en todas mis necesidades, rogando por mi al Señor a quien servisteis, a la Virgen Santísima a quien amasteis y al divino Niño Jesús que tantos favores os hizo. Rogadles por mi, para que por vuestra poderosa intercesión me concedan lo que pido.
¡Oh Glorioso San Antonio! Pues las cosas perdidas son halladas por vuestra mediación y obráis tantos prodigios con vuestros devotos; yo os ruego y suplico me alcancéis de la Divina Majestad el recobrar la gracia que he perdido por mis pecados, y el favor que ahora deseo y pido, siendo para Gloria de Dios y bien de mi alma.
Amén.
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Vírgenes protectoras
Todo cristiano sabe que Dios está en todas partes, sabemos que las oraciones católicas son nuestra mejor herramienta para acercarnos a él, y también podemos acudir a los doctores de la iglesia, quienes se han encargado de interpretar la palabra de Dios. Uno de estos doctores es San Antonio de Padua.
Debemos recordar que también tenemos a las vírgenes, quienes hacen un papel importante, nos cuidan cuando estamos enfermos, y están con nosotros cada que hacemos una oracion de protección (oraciondeproteccion.com).
Cuando queramos sentir el amor de nuestras vírgenes, podemos rezar el ave maria. Tanto la Virgen María, como la virgen de guadalupe (virgendeguadalupeweb.org), son protectoras, y estarán escuchando e intercediendo por cada una de nuestras plegarias.
Santos predicadores
Un gran predicador fue San Antonio de Padua, quien en el año litúrgico, lo recordamos por sus predicas de la cuaresma. Uno de los más grandes predicadores, pero no el más importante, ya que ese es nuestro Padre Celestial; es San Miguel Arcángel, él dedicó su vida a la palabra de Dios y es una de las máximas autoridades del ejército de nuestro creador.