¿Cuál es el salmo 85?
1 Del maestro de coro. De los hijos de Coré. Salmo.
2 Fuiste propicio, Señor, con tu tierra,
cambiaste la suerte de Jacob;
3 perdonaste la culpa de tu pueblo,
lo absolviste de todos sus pecados;
4 reprimiste toda tu indignación
y aplacaste el ardor de tu enojo.
5 ¡Restáuranos, Dios, salvador nuestro;
olvida tu aversión hacia nosotros!
6 ¿Vas a estar enojado para siempre?
¿Mantendrás tu ira eternamente?
7 ¿No volverás a darnos la vida,
para que tu pueblo se alegre en ti?
8 ¡Manifiéstanos, Señor, tu misericordia
y danos tu salvación!
9 Voy a proclamar lo que dice el Señor:
el Señor promete la paz,
la paz para su pueblo y sus amigos,
y para los que se convierten de corazón.
10 Su salvación está muy cerca de sus fieles,
y la Gloria habitará en nuestra tierra.
11 El Amor y la Verdad se encontrarán,
la Justicia y la Paz se abrazarán;
12 la Verdad brotará de la tierra
y la Justicia mirará desde el cielo.
13 El mismo Señor nos dará sus bienes
y nuestra tierra producirá sus frutos.
14 La Justicia irá delante de él,
y la Paz, sobre la huella de sus pasos.
Suplica por la misericordia de Dios sobre Israel
El salmo 85 trata de la situación que quedó cuando sucedió el exilio en Babilonia, mostrando la penuria pide que Israel vuelva a ser glorioso. Al igual que en el salmo 84 aquí se expresan los beneficios que se obtienen al estar cerca de Dios, pero la diferencia entre una oración y otra es que en la anterior solo se habla del templo, en este caso se explica que con solo estar con Yahvé ya eres dichoso y que en este poema luego de decirlos comienza una suplica por la recuperación del pueblo elegido.
También se le agradece a Dios porque gracias a su poder y misericordia los que eran cautivos volvieron a Israel olvidando los pecados que habían cometido. Un ejemplo claro de la piedad de Yahvé puesto que el pueblo debería tener un castigo mucho más severo del que le tocó. La suplica se centra en la restauración de Israel, una vez que muestra la ayuda del pasado, contempla de nuevo el presente que es lastimoso y doloroso por las heridas que quedaron con la repatriación de los exiliados.
Con esa imagen deplorable el salmista muestra su enojo y suplica que se termine la restauración de Israel pues el trabajo de Dios parece haber quedado a medias. Quiere que la vida vuelva al pueblo según las historias mesiánicas, de ese modo Jerusalém podrá gozar de nuevo en la gloria de Dios. Que la plenitud de vida pueda apreciarse es una muestra de la gracia de Yahvé y una manifestación de misericordia. En confianza y con fe en la piedad del altísimo le pide que le ayude, que socorra a su «heredad».
¿La piedad del Señor se refleja en el salmo 85?
El salmista tiene esperanzas, y con estilo profético anuncia que Dios se manifestara en la tierra para darle una respuesta a la plegaria del ansioso poeta. Habrá palabras de paz y se gozara de ella pero solo aquellos que sirvan de corazón al Padre Celestial, porque toda la ira y el resentimiento habrá pasado y olvidado. Aquella actitud silenciosa había sido mantenida solo de manera temporal porque ahora el pueblo elegido será llenado de favores del mismo Rey del universo.
Gracias a la intervención divina se encontrarían dos partes importantes para que esto ocurriera, la piedad del Señor a sus hijos, y la fidelidad de ellos a su Padre. La consecuencia será la fidelidad de toda la sociedad para Dios y así tratar de corresponder con la justicia que Él ha realizado. Además de que la moral y espíritu de los hombres cambiara para bien, los resultados también se verán reflejados en el suelo de la tierra que aflorara y dará frutos para ofrecer el bien y la bendición de la benevolencia de Dios.
El salmista usa la perspectiva de los vaticinios proféticos que mesiánicos para representar a Yahvé entre su pueblo llevando a su lado la justicia y la paz que forman parte de su guardia honorifica. El salmo 85 cierra con palabras emotivas, emociones y todo bajo el carácter mesiánico.