Salmo 60

¿Cuál es el salmo 60?

1 Del maestro de coro. Según la melodía de «El lirio del testimonio». Mictán de David. Para enseñar.

2 Cuando luchó contra Aram Naharaim y contra Aram de Sobá, y Joab volvió para derrotar a Edom, en el valle de la Sal, dando muerte a doce mil hombres.

3 ¡Oh Dios, tú nos has rechazado, nos has deshecho!

Estabas irritado: ¡vuélvete a nosotros!

4 Hiciste temblar la tierra, la agrietaste:

repara sus grietas, porque se desmorona.

5 Impusiste a tu pueblo una dura prueba,

nos hiciste beber un vino embriagador.

6 Diste a tus fieles la señal de retirada,

para que huyeran de los arqueros.

7 ¡Sálvanos con tu poder, respóndenos,

para que se pongan a salvo tus predilectos!

8 Dios habló desde su Santuario:

«Yo repartiré triunfalmente a Siquem

y distribuiré el valle de Sucot.

9 Mío es Galaad, Manasés me pertenece;

Efraím es mi yelmo, mi cetro es Judá,

10 Moab es la vasija donde yo me lavo;

plantaré mis sandalias en Edom

y cantaré victoria sobre Filistea».

11 ¿Quién me llevará hasta la ciudad fortificada,

quién me conducirá hasta Edom,

12 si tú, oh Dios, nos has rechazado

y ya no sales con nuestro ejército?

13 Danos tu ayuda contra el adversario,

porque es inútil el auxilio de los hombres.

14 Con Dios alcanzaremos la victoria

y él aplastará a nuestros enemigos.

Del maestro de coro. Según la melodía de «El lirio del testimonio»

El contenido del salmo 60 es un grito de misericordia elevado por el salmista a la soberana presencia de DIOS, por cuanto sentía un desamparo completo de parte del cielo, ya que era testigo de cómo las cosas empeoraban en el sistema a causa de las personas que no estaban alineadas a los principios eternos, y fraguaban planes de maldad contra las vidas de las personas escogidas por DIOS, a su vez también para quebrantar el orden de DIOS en la tierra.

Plegaria pidiendo ayuda contra el enemigo – Salmo 60

Por supuesto que con este panorama el salmista David no podía estar más afligido, ya que le dolía en su corazón la actitud de la humanidad de ese entonces que actuaba sin el más mínimo sentimiento de remordimiento de lo que hacían, y a causa de ello el silencio de DIOS se manifestaba con el juicio en contra de Israel.

Todo ello llevó al salmista David a colocarse en su mejor campo de batalla, el cual siempre fue la oración y la adoración, en donde podía conseguir el amor, la paz divina, así como la respuesta eficaz del reino de los cielos para la situación que se encontraba viviendo. Pese a esto la justicia de DIOS actuaría con celeridad, pero David ni los escogidos por DIOS sufrirían a causa de su oración y fidelidad eterna al padre. Sin embargo el salmista aseguraba que DIOS había desechado totalmente a la tierra por causa de su desobediencia y rebeldía contra el orden excelso de DIOS.

¿Cómo nos vemos reflejados en el salmo 60?

Esta situación hacía que el salmista entrara en una temporada que puede definirse como el desierto, aquel momento en donde DIOS coloca a prueba la fe de sus hijos para ver cuento confiaban en él, y hasta qué punto soportarían la situación que truncaba temporalmente un destino exitoso que estaba diseñado para David.

En sus oraciones pedía por justicia eterna, así como misericordia hacia su vida y el pueblo escogido de DIOS; en medio de esto promulgaba juicio para las personas que se encontraban flagrantemente desafiando el poder infinito del cielo, el cual pude tardar en manifestarse pero siempre aparecerá en el momento adecuado para dejar avergonzados a los enemigos del Padre celestial y de cada uno de sus escogidos. En medio de esto el salmista sabía que encontraría la respuesta que esperaba porque desde que fue marcado por el sello de DIOS sabía que no haría ninguna crisis que le apartara de la misión que DIOS le había encomendado hasta que la cumpliera en su totalidad.

Reloj de arena de Dios

Muchas veces nos vemos reflejado en la situación que vivía David en este salmo 60, porque no entendemos el porqué de muchas cosas que hace el padre eterno como parte de su juicio sobre la tierra y las personas malignas, pero nuestro deber es mantenernos en oración y recordar que el espíritu santo se convierte en el refugio y consuelo que necesitamos para afirmarnos en la fe y no dejar que el sistema corrupto que gobierna la tierra haga parte en nuestras vidas, porque en medio de nuestro desierto, la mano de DIOS se levanta a nuestro favor para hacer justicia.


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