¿Cuál es el Salmo 2?
1 ¿Por qué se amotinan las naciones
y los pueblos hacen vanos proyectos?
2 Los reyes de la tierra se sublevan,
y los príncipes conspiran
contra el Señor y contra su Ungido:
3 «Rompamos sus ataduras,
librémonos de su yugo».
4 El que reina en el cielo se sonríe;
el Señor se burla de ellos.
5 Luego los increpa airadamente
y los aterra con su furor:
6 «Yo mismo establecí a mi Rey
en Sión, mi santa Montaña».
7 Voy a proclamar el decreto del Señor:
El me ha dicho: «Tú eres mi hijo,
yo te he engendrado hoy
8 Pídeme, y te daré las naciones como herencia,
y como propiedad, los confines de la tierra.
9 Los quebrarás con un cetro de hierro,
los destrozarás como a un vaso de arcilla»
10 Por eso, reyes, sean prudentes;
aprendan, gobernantes de la tierra.
11 Sirvan al Señor con temor;
12 temblando, ríndanle homenaje,
no sea que se irrite y vayan a la ruina,
porque su enojo se enciende en un instante.
¡Felices los que se refugian en él!
El reino del ungido de Dios
A pesar de las cosas buenas que se pueden ver en la actualidad, que se supone la humanidad debería estar más madura, más generosa y más bondadosa, no se puede ignorar la falta de valores y de presión anticristiana a la que está expuesto el hombre. El Salmo 2 es el indicado para mostrarnos el propósito de nuestras dificultades ya que no importa cuantas se nos presenten, mientras sepamos que no se afrontan solas, Dios siempre estará con nosotros.
Al ser cristianos nos tomamos la libertad de acreditar lo que es elemental en el orden natural ante lo que consideramos una locura. Defendemos la vida de cada persona y comprobamos que en los pueblos hay rebeldía. El odio que es dedicado a Dios se devuelve ya que fuimos hecho a su semejanza. De esa forma se justifica el declive de los enfermos y débiles, se daña la enseñanza de lo que conocemos como amor verdadero eliminando la entrega mutua dejando a su vez relaciones sin sentido y bases toxicas.
«Rompamos sus ataduras, librémonos de su yugo» (Salmo 2 – 3) Cuando se pregona el rechazo a Dios y se detiene el compromiso hacia Él, aparece reflejado en leyes injustas que no frenarán nunca la maldad sino que la mantendrá intacta y oprimirán aquellos que solo quieren obrar bien.
Sin importar cuantos se levanten en su contra no pasa mucho tiempo para poder demostrar que es totalmente inútil. Solo Dios nos conoce a la perfección y sabe secretos de nosotros que aun no llegamos a saber. Es por eso que si se trata de actuar sin los pilares de su origen divino, fracasara y no obtendrá la paz interior que todos queremos encontrar. Irónicamente el ser humano es el único que puede llenarse cuando se vacía de sus caprichos.
¿Qué demuestra el salmo 2?
Dios siempre responde bien. Se enfrenta al mal entregando el bien, apaga el odio con amor. Así es la venganza de Dios. Neguemos entonces la cultura de la muerte con la de la vida, nuestro egoísmo con la generosidad, la falsedad con la honestidad, y la esclavitud con la libertad. «Los quebrarás con un cetro de hierro, los destrozarás como a un vaso de arcilla» (Salmo II – 9), No hay que temer a las adversidades si ante ellas se presenta la Santa Cruz la cual es nuestra barra de hierro.
El Salmo 2 nos demuestra en su final lo que debería ser nuestra conducta, tomar de ejemplo a los buenos, promulgar el bien, pregonar las consecuencias de los errores y colocar ante nuestro Señor toda la confianza. Recordar que contamos con Dios y Él quiere contar con nuestra lealtad y fidelidad. Valdrá cualquier sacrificio pues las acciones que sean tomadas en adelante serán reconocidas con eficacia.