¿Cuál es el salmo 117?
1 ¡Alaben al Señor, todas las naciones,
glorifíquenlo, todos los pueblos!
2 Porque es inquebrantable su amor por nosotros,
y su fidelidad permanece para siempre.
¡Aleluya!
Alabanza por la misericordia de Yahvé
El salmo 117 es una invitación a todos para poder alabar a Dios por su inconmensurable misericordia, es considerado el salmo más corto de todo el Salterio. Es una pieza bastante breve, apenas contiene dos versículos, su estilo claramente se mantiene desde que inicia hasta que termina. Básicamente el salmista le pide a todo el pueblo y el resto de las naciones, a que se unan a él con alabanzas hacia el Señor, porque Él siempre ha demostrado piedad, misericordia, benevolencia y fidelidad hacia su pueblo. Es una poesía mesiánica porque le da la oportunidad a todas naciones a participar en el culto del Dios de Jerusalém.
El salmista lo que hace es imaginar que, al mundo unirse a sus alabanzas, serán como un gran orfeón que le canta el aleluya en honor al Todopoderoso, y centra en Israel como el protagonista de la historia. El ejemplo de piedad y fidelidad que Dios tiene para con su pueblo es un beneficio que obtienen todas las naciones porque Jerusalém es la que constituye a las demás, en los planes que Yahvé tiene para los justos como su salvador único. El tipo de redacción que se utiliza en este salmo 117 y la invitación universal que presenta, los críticos concluyen que la composición de este, data de épocas tardías.
¿Cuál es la explicación de este poema?
Al pedirle al resto del mundo que se una Israel para alabar a Yahvé demuestra un carácter fuerte de parte del pueblo elegido como la salvación de la tierra. Un cardenal llamado Faulhaber explicó este poema corto. Dice que el salmista si quería una coral de Pentecostés, que fueran miles y miles de voces que pudieran cantar al Señor. La primera parte del salmo solo pide la unión de las voces de forma universal para poder entonar la alabanza, mientras que la segunda parte expresa los motivos por la cual se hará este canto masivo.
Las columnas que forman la salvación son la revelación y la rendición, atributos que nuestro Dios posee y es el objeto del canto de los pueblos. Por supuesto una vez al hablar de la salvación, conlleva a la acción de gracias de los justos por la acción misericordiosa de Yahvé. Esta misericordia fue la que pudo construir la alianza antigua, y la fidelidad hacia el pueblo garantiza que los cimientos de Israel será mantenido de buena forma en la nueva alianza. De manera profética ese edificio que se creó, está completado según el salmista, ya no hay paredes entre las naciones y Jerusalém.
Por otro lado estas voces pueden ser representadas por una sola, la del Mesías, que es la piedra que une el edificio con los demás pueblos. El mesías es proveniente de Israel, las verdades, la revelación y las gracias caen en todo el mundo. El mesías por lo tanto representa la humanidad rescatada y el acorde unísono de las voces entonando el Aleluya. Jerusalém que es la madre de este retoño se encargará de dirigir la canción pero no podrá hacer el solista. Estas perspectivas salen en otros salmos y forman parte de la segunda sección del libro de Isaías.