¿Cuál es el salmo 101?
1 De David. Salmo.
Celebraré con un canto la bondad y la justicia:
a ti, Señor, te cantaré;
2 expondré con sensatez el camino perfecto:
¿cuándo vendrás en mi ayuda?
Yo procedo con rectitud de corazón
en los asuntos de mi casa;
3 nunca pongo mis ojos
en cosas infames.
Detesto la conducta de los descarriados
y no los cuento entre mis amigos;
4 la gente falsa se aparta de mí
y nunca apruebo al malvado.
5 Al que difama en secreto a su prójimo
lo hago desaparecer;
al de mirada altiva y corazón soberbio
no lo puedo soportar.
6 Pongo mis ojos en las personas leales
para que estén cerca de mí;
el que va por el camino perfecto
es mi servidor.
7 No habita dentro de mi casa
el hombre traicionero;
la gente mentirosa
no puede permanecer delante de mi vista.
8 Hago desaparecer día tras día
los malvados del país,
para extirpar de la Ciudad del Señor
a todos los que hacen el mal.
Promesa de vivir rectamente
El Salmo 101 es como una hipótesis de los que seria un régimen recto, un gobierno liderado por un justo que esta rodeado de buenos consejeros. Es conocido como las normas de vida de un Príncipe Ideal, o el espejo del príncipe y de los magistrados. El tema se basa en el gobierno perfecto, uno equitativo y honesto, que castigue severamente a los impíos, que ninguna de las fechoría pase el margen que existe en el aire de esa nueva era. El secreto de esa autoridad es que sigue los consejos de buenos y fieles, que lo ayudan a evitar el fraude y las injusticias.
Es un salmo corto de ocho versículos pero que puede ser divido en dos parte: Las normas de conducta en la vida privada, y las normas de conducta en la vida pública. La composición se le atribuye al Rey David, y supone datar de la época en la que se pasaba el arca de la alianza a Israel. Pero como no existe ninguna frase que asegure esta conjetura, mucho críticos opinan que la redacción se realizó años más tarde. Podría ser una composición desde los tiempos de Ezequías hasta los Macabeos, pero todavía no hay un grupo que pueda concretar la fecha exacta.
¿Que dicen las partes del salmo?
La primera parte del salmo 101 termina en el cuarto versículo, esta se basa en la vida privada. El carácter de la conducta divina cuenta con la piedad hacia las personas que le son fieles a Dios, y el castigo o justicia severa a los que no acatan las normas del Señor. Estos son las primeras características divinas que se destacan al principio de la oración, y luego arranca con las exigencias que se le pide a la vida mora. El primer verso que habla de los atributos de Dios se piensa que es una adición litúrgica pero no está desubicada así que puede quedarse como un preludio de toda la plegaria así como pasa con otras composiciones del Salterio.
El príncipe en su privacidad quiere seguir el camino integro de a moral, con la espera de poder convivir en comunidad afectiva con Dios, se pregunta cuándo lo verá, cuándo llegará hasta él. Promete que en su vida no se prestara para nada indigno ni injusto por honor a su fidelidad y lealtad con Yahvé . Este es el motivo porque no puede apremiar ni proceder con lo ateos ni aquellos que vivan al ras de la ley divina, porque eso sería despreciar al Rey del Universo. Es su deseo el mantenerse así para vivir alejado de los malvados y continuar con un corazón recto y dispuesto a servir por siempre a su Señor.
Públicamente no aceptara a su lado a calumniadores, ambiciosos, orgullosos, ni tramposos para poder gobernar como es debido, solo se rodeara de personas dignas fieles del mundo. Su trabajo principal como director será eliminar de la sociedad a los impuros y así mantener un ambiente desinfectado de perversidad. En esta ciudad no pueden habitar los impíos porque es el pueblo elegido, la morada de de Dios.