Es oportuno al realizar fervorosamente esta quinta estación del Vía crucis, mirar como otros quieren ayudar a Jesús en este terrible momento que está viviendo, a pesar de saber que existen hombres malvados que solo quieren terminar con él, otros por el contrario lo aman y con su pequeñez humana se acercan para mitigar un poco su dolor.
Sigamos el ejemplo de Simón, y aunque pensemos que nuestra ayuda no es suficiente, ofrezcamos a nuestros hermanos, no sabes lo bien que se sentirán y el bien que podamos ocasionarles. No siempre es el tamaño de nuestra ayuda, sino el que estemos presentes y constantes.
A continuación la Quinta Estación del Vía crucis, Simón el Cirineo ayuda a Jesús a llevar la Cruz:
V- Te adoramos Oh Cristo y te bendecimos,
R- Que por tu Santa Cruz, redimiste al mundo.
Consideración:
Que terrible todo lo que está padeciendo el Maestro, que repudio le manifestaban los judíos y como se ensañaron cada vez más con su cuerpo, cansado y maltratado. Querían verlo morir en la Cruz, era lo que tenían planificado y al verlo ya tan agotado. Obligaron entonces a Simón el Cirineo para que fuera a su lado y le ayudará a cargar el madero tan pesado que llevaba Jesús a cuestas. Todo para no perderse el momento final que tanto deseaban, estos maldadosos e infames hombres.
¡Oh mi siempre amado Jesús!,
Acepto mi cruz,
La llevo con la fuerza que tu amor me da,
Camino y en cada paso que doy,
Pienso en el sufrimiento que tuviste en tu pasión,
Dame fortaleza para no desmayar,
Y si caigo,
Vuélvete a levantar,
Te lo ruego,
Amén.
Seamos fieles a Nuestro Señor, recemos un Padre Nuestro con mucha devoción y coloquemos la paz del mundo en petición.