La oración de protección dirigida a San Miguel Arcángel para pedirle protección contra todo mal, está basada en como su nombre lo describe; contra todo mal. San Miguel siendo el defensor, escudo y espada de Dios, vencedor del ángel caído Lucifer y sus huestes apóstatas. Es el príncipe de la Legión de Santos Ángeles, nombrado así por su fuerza divina y su recado celestial que le ha encomendado Dios. Con su fuerza y a través de esta oración, podrás hacerle la petición que seas protegido por él y su manto celestial, refugiándote de todo mal y de todo espíritu que quiera acecharte y corromper tu alma, para que no ingreses al paraíso de Dios.
A continuación, te enseñaré la oración a San Miguel Arcángel para la protección contra todo mal.
Oh, majestuoso príncipe de las tropas celestiales, San Miguel Arcángel, escúdanos en las batallas y mediante el combate que en estos momentos libramos contra los principados y potestades del aire, contra los opresores que se hospedan en este malévolo mundo, contra todos los espíritus malignos. Ven en colaboración del hombre, quien Dios omnipotente volvió inmortal, hecho en colaboración del hombre, quien Dios omnipotente volvió inmortal, hecho a su imaginación y percepción, y eximido por un costo alto, por el despotismo de Satanás.
Lucha el día de hoy la batalla de Jesús, de la mano con tu santa legión de ángeles, de la misma manera con la que guerreaste contra el jefe de los exiliados ángeles, Lucifer, y a sus tropas renegadas, quienes no tuvieron la fuerza para seguir luchando ni tampoco hubo el perdón para que ellos regresaran nuevamente al cielo. Esa despiadada víbora vieja, conocida como Satán o el Diablo, que incita y propone tentaciones a cada uno de los seres, fue enviada directamente al averno con sus traicioneros ángeles. Observa como este adversario antiguo y asesino del hombre ha sido resistente. Convertido en un ángel de luz, vaga por el mundo con innumerables cantidades de sus espíritus infernales, plagando la tierra para que el nombre de Dios sea olvidado, para que de esta forma puedan apoderarse, puedan asesinar y enviar a las llamas eternas las almas que habían sido seleccionadas para la gloria eterna de Jesucristo. Este malévolo dragón escupe, con las peores intenciones y con las inundaciones más impuras, el veneno de su maldad en los hombres con las mentes más morbosas y de un corazón fetiche; el espíritu bañado en mentiras, impiedad, de vicios e inquietudes, blasfemias y de brisas con olor a impureza.
Estos sabios enemigos han vertido sobre ellos y han emborrachados con bilis e ira este templo, la cónyuge del Inmaculado Cordero, y han colocado sus sucias manos en sus más sagradas piezas. En el Santo Lugar, en donde la base de San Pedro y el asiento de la justicia han sido nombrados la luz del mundo, ellos han subido la corona del abominable agnóstico, con las intenciones más crueles de que cuando el Pastor sea dañado, sus ovejas y todo su ganado también sean dañadas.
En ese momento deberás alzar tu vuelo, oh príncipe insuperable, extiende tu mano a los seguidores de Dios para que luches contra los ataques de los espíritus infernales. Busca la victoria para el pueblo de Dios: Ellos te alaban como su refugiador y pastor; en ti la divina iglesia se envuelve de júbilo contra el malvado poder del abismo; a ti, quien Dios te ha dado la misión celestial de las almas de los hombres para que sean guiados hasta sus buenaventuras celestiales. Ora a nuestro Dios pacífico, para que arrodille a Satanás, vencido y todos los hombres sean librados de sus opresiones. Ofrezco mis oraciones a los ojos del Altísimo, esperando que futuramente pueda encontrar la compasión en los ojos del Señor; y derrotando al dragón, quien era la víbora primitiva conocida como Satán o el Diablo, tú mismo lo envíes nuevamente a averno y lo encadenes, para que ya no pueda atormentar más al pueblo de Dios.
Amén.