No debemos obligar a nadie para que esté a nuestro lado, es algo que debemos tener claro en toda relación. Pues para que en verdad exista comprensión, comunicación, consideración, respeto y sobre todo amor, deben ser dos los que así lo desean, no uno solo.
Sin embargo para Dios todo es posible y si acudimos a él por medio de San Antonio de Padua, suplicando cuando hay un amor imposible, él sin duda atenderá nuestra petición, bien sea para hacer que ese amor sea posible o perder el interés y poder seguir nuestro camino sin ese amor, aceptando los designios de nuestro Padre sin ningún reproche o discusión.
A continuación la Oración a San Antonio de Padua para peticiones de amor difíciles:
Amado y entregado San Antonio de Padua,
El cielo hoy está de fiesta,
Y por eso manifiesta tu presencia,
Mi corazón late al sentir que me amas,
¡Oh Glorioso y rey de los corazones rotos!,
¡Oh bondadoso y amor espiritual sin igual!,
Los luceros no permiten que la oscuridad se apodere,
Ni los más débiles se sienten abandonados,
Tu mi gran Santo, ¿me puedes escuchar?
Que a tus oídos lleguen mis ruegos,
Que mi corazón triste,
Te haga sentir mi dolor,
Que el amor imposible que hoy siento,
Sea para ti posible,
Una gran petición, que hoy dirijo a ti.
Has tenido que salir airoso,
De cual sin igual batalla,
A tu padre llevar la justicia,
Y comprender que Dios te había elegido,
Caminar sin dudar por el camino santo,
Un camino que fue difícil de cruzar,
Pero por el cual, hoy cuentas con condición privilegiada,
No solo ante Dios, sino ante todos los que a ti acuden.
Que tu devoción,
Se extienda por todos los rincones de la tierra,
Que tus favores, tengamos a bien reconocer,
Que todos los que a ti acudimos,
Sintamos gozo y descanso en ti,
No me dejes aquí en este sufrimiento,
Compréndeme por favor,
Y con el más fuerte ruego,
Escúchame por favor.
Ya hoy se empieza a pregonar tu canto,
Destellos de Gloria y fervor,
Danzantes van por ahí tus hijos,
Quienes en ti han albergado sus esperanzas,
Que nadie deje de proclamar tu nombre,
Y en unisono tono de voz,
Gritemos un aleluya,
Porque esta causa imposible,
Que puse a tus pies y solicite,
Siente la mirada fraterna,
De mi amado San Antonio.
Amen
Al culminar esta oración, interiorizamos y con fe y devoción rezar tres Padre Nuestro, en fervoroso ruego y con verdadera fe que nuestra petición será tomada en cuenta.