La serenidad radica fundamentalmente en el hecho de llevar una vida sosegada, en paz consigo mismo y con los demás. Una persona serena, es capaz de mantener la calma ante cualquier imprevisto que pueda representar un riesgo o amenaza.
¿Por qué rezar la oración de la serenidad?
Es bien importante que tengamos en cuenta en nuestras oraciones pedirle a Dios, el ser supremo, que nos de serenidad. La misma repercute positivamente en nuestro carácter emotivo, en consecuencia nos permite estar siempre saludables así como también ser muy prudente en nuestras reacciones ante cualquier adversidad o situaciones no previstas por lo que al conservar la calma podemos pensar mejor y tomar mejores decisiones. Según la biblia, se nos recomienda ser “prudentes como serpientes y sencillos como palomas”.
Al contrario, una persona impulsiva no mide las consecuencias de sus actos, los cuales en muchos casos pueden desencadenar grandes conflictos dependiendo de la naturaleza de la situación, trayendo como consecuencias problemas en su entorno familiar o laboral lo que suele ocasionar en el individuo remordimiento y sentimientos de culpa por no poder controlar sus actos.
En las cárceles podemos encontrar muchas personas que pagan condena por un hecho que no planificaron sino que fue producto de esas reacciones impulsivas, de carácter irritable, poco o nada contraladas, con consecuencias tan nefastas como los hechos que le causaron la privación de su libertad.
Pedimos a Dios en la oración de la serenidad
Debemos pedir a Dios con insistencia que nos de la serenidad que tanto nos beneficia y que tanto necesitamos en la vida diaria, solo Dios a través del Espíritu Santo puede perfeccionar nuestro proceder a través de los Dones del espíritu como son: sabiduría, inteligencia, ciencia, consejo, fortaleza, piedad y temor de Dios y sus maravillosas consecuencias, mejor conocidas como frutos del espíritu santo: amor, gozo, paz, benignidad, caridad, paciencia, mansedumbre; todos éstos determinan nuestro carácter haciendo de nosotros personas virtuosas con excelentes valores humanos, determinando sin complicaciones nuestro proceder, por cuanto todas estas cualidades son indispensables si deseamos que en nuestra vida reine la paz para así tener la serenidad que tanto necesitamos y que tanto bien nos hace a todos coadyuvando una vida libre de violencia, un clima familiar y/o laboral ameno respetando las divergencias personales, la pluralidad de pensamiento, en fin, aprendiendo a coexistir a fin de que las relaciones interpersonales sean más amenas.
Oración de la Serenidad
Señor mi Dios, acudo ante ti, mi Padre y creador,
para rogarte que me des la serenidad,
esa cualidad, más que cualidad: virtud,
tan indispensable en este mundo tan congestionado
para poder hacerle frente a las pruebas,
y adversidades que se nos presentan cada día.
Señor, dame sabiduría para enfrentar las situaciones difíciles
Y aprender cada día de ellas,
Señor, que la justicia, la verdad, la tolerancia y la equidad,
Siempre sean mi norte,
Ayúdame para amar a mi prójimo,
Más que a mí mismo, a practicar el bien común
¡Líbrame señor de perder la cordura!,
Permite padre amado, estar en paz con todo el mundo,
Mientras dependa de mí, como lo dice tu palabra.
Padre amado, tú el gran maestro,
Nos enseñaste con el ejemplo.
Señor mi Dios, en ese sentido,
¡Quiero parecerme a ti!
Señor no permitas que pierda la calma, ante los conflictos,
Quiero ser una persona con criterio de horizontalidad,
Que tome las decisiones más firmes y razonables,
Cuando la situación así lo amerite,
¡Que mi si, sea sí! y que ¡mí no, sea no!
Señor, dame los dones del espíritu santo y séllame
Para que pueda disfrutar de sus frutos.
¡Oh Dios mío, cuanto amo tu paz!
Llénanos con tu infinito amor,
Hasta que rebose mi copa.
Amén y amén.