La claridad espiritual se consigue solo si estamos en verdadera sintonía con Dios. Padre, Hijo y Espíritu Santo, las tres divinas personas con un solo fin, dar a su pueblo la salvación y entregar la santidad a cada uno de sus hijos.
Y no creas que por ser humano no estamos llamados a la conversión, nunca es tarde y es el Espíritu Santo quien nos ilumina para discernir su palabra y ser testimonios vivos de la presencia de él. Aprovechemos este llamado y acudamos inmediatamente, desnudamos nuestra alma y vistámonos de cosas buenas.
A continuación la Oración al Espíritu Santo: tú lo aclaras todo:
Espíritu Santo, tu luz es infinita y con ella todo lo aclaras,
Iluminas claramente los caminos para que yo pueda alcanzar mi ideal,
Tú que me concedes el valioso don Divino, de perdonar olvidando el mal que me hubiesen causado,
Tú que en cada instante de mi vida me acompañas fielmente,
En este preciso momento quiero expresarte mi eterna gratitud,
Deseo seguir a tu lado nunca separarme de ti,
Por grandes tentaciones que me aparezcan y donde los regalos materiales se produzcan,
Afirmó intensamente que deseo estar contigo y en la compañía de todos mis grandes afectos,
Vivir en la gloria perpetua,
Te agradezco tu misericordia,
Gracias mi Dios, gracias.
Amén.
En este momento imploramos la presencia del Espíritu Santo y abrimos nuestro corazón rezando un Padre Nuestro y una Ave María.