Santa Apia de Colosas. Fue una de las primeras cristianas, esposa de San Filemón, y santa del día 22 de noviembre. Ambos aparecen en una Epístola del apóstol Pablo, en el Nuevo Testamento. Según señala la tradición cristiana, su esposo era el líder de la Iglesia de Colosas, cuyos fieles se reunían de manera clandestina en casa de Santa Apia y Filemón.
Se sabe muy poco acerca de Santa Apia y su familia con Filemón, todo lo que se ha podido conocer de ellos, ha sido por las cartas que San Pablo escribía dirigidas directamente a Filemón. Posiblemente, hayan vivido durante los años 60, en la época en la que las iglesias aún no eran espacios como tal, y se organizaban en pequeñas comunidades, generalmente hogares familiares, y en este caso, Santa Apia y Filemón recibirían a San Pablo en su hogar para que predicara a los fieles.
Entre varias de las cartas que San Pablo llegó a enviar a Santa Apia y Filemón, les pediría que perdonaran a un esclavos de nombre Onésimo, quien al parecer era conocido por ser un ladrón y vago sin interés por trabajar. La historia de este esclavo, dice que luego de uno de sus últimos robos, terminaría escapando de la casa a la que servía, y en el camino, quedaría cautivado al escuchar la predicación de San Pablo en casa de Santa Apia y su marido, donde se haría bautizar.
Después de esta historia, se desconoce sobre la vida del matrimonio cristiano, más que probablemente, tanto ellos como todos los que asistían a su comunidad familiar para practicar su fe, serían martirizados durante la persecución de Nerón. Se cree que Apia y Filemón fueron condenados a morir por lapidación, luego de haberse negado a adorar a los dioses paganos. Se dice que serían capturados en el día de la fiesta de Diana, azotados hasta morir, y finalmente, enterrados hasta el pecho para luego ser aplastados con piedras.