San Pedro de Alcántara. Fraile español franciscano, nace en Alcántara en el año 1499, y es el santo que conmemoramos el día 20 de octubre. Se hizo famoso dentro de la tradición cristiana, debido a sus terribles penitencias.
Perteneció a una familia de nobles, siendo bautizado originalmente como Juan Geravito y Vilela de Sanabria. Cuando San Padreo de Alcántara es enviado a estudiar en al Universidad de Salamanca, descubriría su verdadera vocación cristiana, decidiendo ingresar de inmediato a los franciscanos, tomando el hábito en el convento San Pedro de los Majarretes en el año 1515, adoptando entonces el nombre de Fray Pedro de Alcántara. Este convento, lo elige San Pedro especialmente porque en aquel entonces, eran los que se consideraban más rigurosos en penitencias.
San Pedro de Alcántara, realizaba mortificaciones tan forzadas, sobre todo en el comer, que llegaría al punto en el que perdió el gusto por la comida. También se cuenta que podía pasar horas de rodillas, y en caso de sentir cansancio, colocaba un clavo en la pared, en donde apoyaba su cabeza, y así era como el santo descansaba por unos instantes. También pasaba horas y horas meditando y orando. No por nada es conocido como el protector de los celadores y guardias nocturnos.
En una oportunidad, le pide a sus superiores que sea mandado a el convento más solitario de la comunidad de los franciscanos, y es así como termina viajando hacia el convento de Lapa, en una de las regiones más deshabitadas. Y en aquella paz que obtuvo por su soledad, escribe una de sus más grandiosas obras acerca de la oración. Este libro sería inmensamente apreciado por San Francisco de Sales y ha sido traducido a distintos idiomas alrededor del mundo.
San Pedo de Alcántara, en su deseo porque los religiosos pudieran ser más estrictos en sus mortificaciones, y dedicaran más horas a la oración, terminaría por fundar una rama de los franciscanos, conocidos como “Alcantarinos”.
