San Saturio de Soria. Fue un santo nacido cerca del año 493, celebrado por la Iglesia Católica el día 2 de octubre. Considerado patrón de Soria desde el año 1628. Su vida antes y después de su muerte, representan todo un misterio, pero no por eso, deja de ser prueba de fe para los cristianos devotos.
Según la tradición, San Saturio habría nacido en una familia muy rica de visigodos. El día que pierde a ambos padres, Saturio, que poseía un corazón sumamente humilde, piadoso y bondadoso, decide donar su herencia a los pobres, para de esta forma, terminar por retirarse hacia una solitaria cueva en la Sierra de Santa Ana, y de esta forma, dedicarse plenamente a la oración y contemplación.
En aquella cueva, San Saturio construye un oratorio que dedica al Arcángel San Miguel, pues tenía una especial devoción hacia este. Pasados unos cuantos años, convirtiéndose en un hombre anciano, bastante sabio y espiritual, es visitado por Prudencio, quien desde hace tiempo, tenía curiosidad por conocer y aprender de este santo, a quien ya para entonces admiraba profundamente.
Por siete largos años, San Saturio pasó todos sus conocimientos al atento Prudencio, quien permaneció a su lado hasta sus últimos días de vida, y sería él quien le diera santa sepultura al santo, para finalmente, luego de todo lo aprendido, volver hacia La Rioja para continuar con su evangelización, y poder transmitir las sabias enseñanzas y vivencias de Saturio.
Tiempo después, San Prudencio decide organizar una peregrinación hacia la tumba de Saturio, para venerar las sagradas reliquias de su maestro, quien ya para aquel momento, habría alcanzado su fama de santo.
Finalmente, para el año 1628, San Saturio sería proclamado patrón de Soria, trayendo entonces las celebraciones dedicadas al santo en su día, conocidas como “Las Fiestas de San Saturio”, donde se organizan misas en honor al santo, y una procesión desde la ermita de San Miguel, creada por Saturio hasta la Colegiata de San Pedro.