San Mauricio el Tebano. Conocido también como Morris, fue un Cristiano que comandó a la legendaria Legión Tebana y es el santo que festejamos el día 22 de septiembre. Murió martirizado durante el siglo III por su fe en Cristo y la religión cristiana.
La historia de San Mauricio y la Legió Tebana, podemos encontrarla completamente narrada en una famosa prosa del reconocido obispo de Lyón, San Euquero, quien muere santamente a mediados del siglo V. En esta hermosa prosa, San Euquero pretendió salvar y recordar eternamente el enorme y cristiano sacrificio que realizaron San Mauricio y los demás mártires.
San Mauricio y su Legión Tebana serían enviados a Galia para auxiliar al emperador Maximiano. A pesar de su valiente y honorable combate, se negarían a cumplir la horrible orden de perseguir a los cristianos durante la cruel persecución que se dio en aquellos tiempos, donde todo aquel que profesara su fe o amor hacia Cristo, debía ser capturado y cruelmente torturado hasta la muerte. Muchos decidieron renunciar a su fe, y otros la practicaban en silencio con miedo a ser capturados.
Quienes integraban la legión Tebea fueron entonces obligados a rendir tributo a los dioses paganos, acción a la cual se negarían igualmente, causando la ira de Maximiano cuando se entera que también deciden alejarse de sus tropas. Es entonces cuando Maximiano ordena la captura de los traidores junto a San Mauricio, vivos o muertos. Aquellos que lograron sobrevivir a su captura, reafirmarían su fe con honor y valentía, dispuestos a padecer cualquier tormento al que tuvieran ser sometidos.
A pesar de que Maximiano les ordena numerosas veces apostatar, aquella valiente legión declara que ellos son capaces de obedecer al emperador en todas sus órdenes, siempre y cuando su fe no se los impida. Y es así como son degollados con crueldad por el ejército de Maximiano.
