San Luis de Francia. Fue rey de Francia y se convirtió en el santo que conmemoramos el día 25 de Agosto. Su grandiosa presencia realizaría increíbles labores y ofrecería numerosos beneficios a muchísimos cristianos y héroes de la religión que resaltaron por su santidad en aquellos tiempos.
Nacido en Poissy un 25 de abril del año 1214, es coronado rey a la corta edad de 12 años, con la muerte de Luis VIII. Su reinado es muy recordado y preciado en toda la historia francesa. Una de las grandes muestras de su valeroso y honorable corazón cristiano, son las famosa cruzadas, las cuales llevaría con honor y orgullo hasta las últimas consecuencias donde se llegaba al sacrificio y la abnegación. Su más grande motivación era dirigir para el pueblo, por lo que se esforzaba en realizar el bien en pro de la felicidad de todos sus súbditos.
San Luis se ganaría entonces la fama de ser un rey justiciero, pero por sobre todo bueno y noble. Además de su gran labor como rey, San Luis era un cristiano de corazón, que practicaba la penitencia y los sacrificios, además, ayudaba constantemente a los pobres y desamparados, incluso los invitaba a su mesa, les daba comida y lavaba sus pies, en honor a las enseñanzas y filosofía de Jesucristo. Practicaba largos ratos de oración para alimentar su espíritu y cuando tiene hijos, los educa fielmente dentro de la religión cristiana y sus futuros deberes morales como padre y rey.
Su gran enemigo, fue la peste que se desarrollaba en aquel entonces, producto del abundante calor, la putrefacción de las aguas y los alimentos. Este mal atacó a muchos de sus soldados, y también a uno de sus hijos. Finalmente, el 25 de agosto del año 1270, con cincuenta y seis años de edad, fallece el querido rey San Luis de Francia, quien hasta sus últimos días, se dedicó de igual forma a cuidar y atender a enfermos como él.
