San Juan María Vianney. Famoso Cura de Ars, es el santo que conmemoramos en el día 4 de agosto. Lleno de una profunda humildad, y dotado la capacidad de motivar el arrepentimiento en las almas por sus males cometidos, San Juan María Vianney, es considerado como el Santo Patrono de los Sacerdotes Católicos.
En el año 1786, nace Juan María al norestes de Lyon, Francia, y pertenecería a una humilde familia de campesinos. Sería enviado a una escuela para aspirantes eclesiásticos, y desde el primer momento, sus maestros estarían seguros de su vocación y santidad.
Aun así, no se podía ignorar que la educación con la que llegó San Juan María Vianney a aquel centro de educación, era bastante limitada y mediana. Se le dificultaba mucho el aprendizaje, principalmente del latín, pero tenía compañeros solidarios y buenos cristianos, que estaban dispuestos a brindarle una mano en sus estudios, logrando que Juan María pudiera continuar con su soñada vocación espiritual.
Pero llegó el día en el que el joven estudiante a sacerdote Vianney, sería llamado a la guerra, ya que para aquel momento, Napoleón necesitaba con urgencia el apoyo a sus tropas por la guerra. Resulta ser que una noche, San Juan María Vianney se terminaría reuniendo con algunos desertores, y desaparecería durante catorce meses, hasta volver a hablar con su familia, y se logra acordar que su hermano tomara su lugar para él volver a estudiar en Ecully.
Termina por ordenarse como sacerdote un 13 de agosto del año 1815, y debido a su dificultad de aprendizaje, sería enviado como ayudante de M. Balley, quien lo ayudaría y animaría a preservar en su camino espiritual. Y así, es nombrado tras la muerte de M. Balley como párroco de Ars.
Durante su cargo, llegó a ser muy reconocido entre los cristianos, por su amor a la gente y a su trabajo. Fundaría un orfanato para jóvenes desamparadas y lo llamó “La Providencia”, pero su labor más reconocida y especial fue su habilidad nata para orientar a las almas perdidas.