San Romualdo. Nacido en Rávena, ciudad al norte de Italia, sería fundador de la orden de los Camaldulenses y una de las figuras que más destacaría en el “renacimiento del ascetismo eremítico”. Es el santo que conmemoramos el día 19 de junio.
Perteneciendo a una familia aristocrática, desde joven San Romualdo viviría de sus placeres y el pecado, hasta el día en el que debe presencia la muerte de un familiar a manos de su propio padre, el joven San Romualdo huye horrorizado hacia un monasterio cercano, donde permanece durante más de tres años.
Pasado un tiempo, San Romualdo toma la decisión de hacerse monje allí, sintiéndose atraído por su deseo de llevar una vida alejada de lo mundano. Años más tarde, se haría ermitaño, en compañía de otro santo quien procuraría guiar en lo posible a San Romualdo en su conversión y formación cristiana.
Entusiasmado por la idea de predicar la palabra de Dios en algún momento, obtendría el permiso por parte del Papa para parir a Hungría y a cumplir este deseo de misión evangelizadora. Pero caería bajo una grave enfermedad que le impediría realizar tan esperado viaje, pero San Romualdo era consciente de las voluntades del Señor, por lo que se terminó por percatar que el Padre Celestial no quería que Romualdo realizara aquella misión.
Luego de superar lo suficiente aquella enfermedad, pasaría los próximos 30 años de su vida, realizando importantes obras, como fundar numerosas ermitas y monasterios por toda Italia. Uno de sus monasterios más famosos, es el de Camáldoli, fundado en el año 1012, en donde implementa normativas mucho más severas, dando inicio a una nueva congregación a la que llamarían Camaldulense, donde se unirían la vida cenbítica y la eremítica.
San Romualdo pasaría unos cuántos años en Camáldole, pero luego terminaría por retomar sus viajes apostólicos, hasta el día de su muerte, mientras visitaba una región de Val-di-Castro, un 19 de junio del año 1027.