Santa Julia Úrsula Ledóchowska. Nacida un 17 de abril del año 1865 en Loodorf, Austria, llegó a convertirse en la fundadora de la congregación de Hermanas Ursulinas del Sagrado Corazón de Jesús Agonizante. Es celebrada como santa de la iglesia católica el día 29 de mayo.
A la edad de 21 años, ingresa en el convento de las Ursulinas de Cracovia, en Polonia, y termina por convertirse en una de las más queridas profesoras y educadoras de la congregación. Santa Julia destaca entre sus hermanas por su amor infinito hacia Dios, además de su gran talento educativo, y la sensibilidad que posee al momento de dedicar su tiempo a los jóvenes y desamparados.
Con el tiempo, Santa Julia termina por abrir un internado para jóvenes universitarias, el cual se convertiría en el primer internado de este estilo en Polonia, y en aquel lugar, las muchachas encontrarían un lugar seguro en el cual poder establecerse por un tiempo, y recibir a su vez, una excelente formación religiosa.
Cundo termina por estallar la primera guerra mundial en el año 1941, Úrsula se ve obligada a emigrar hacia Suecia, y luego se dirige hacia Dinamarca. Durante ese tiempo, Santa Julia se dedica intensamente en ayudar al Comité en la ayuda dirigida hacia las víctimas de la guerra en Polonia, comité que fue fundado por Henryk Sienkiewicz, escritor polaco que fue premiado con el premio Nobel por su libro “Quo vadis”.
Continúa con su casa religiosa, la cual se encarga de la orientación y protección de las jóvenes. Santa Julia era amante de su patria, y eso se lo transmitía a sus estudiantes. Muchas veces cuando le preguntaban sobre su orientación política, Santa Julia respondía sin vacilar “Mi política es el amor”. Durante ese tiempo, recibiría el permiso para convertir su convento autónomo en la congregación de Hermanas Ursulinas del Sagrado Corazón de Jesús Agonizante.
Santa Julia muere un 29 de mayo del año 1939, y sería beatificada por el Papa Juan Pablo II en el año 1983.