San Juan Nepomuceno. Santo patrono de Bohemia, es el santo que festejamos cada 16 de mayo y según la tradición cristiana, llegó a ser el confesor de Sofía de Baviera, reina de Bohemia, y por proteger el secreto de la confesión, sufriría de su martirio.
Sería párroco de Praga, y el rey Wenceslao, quien se dejaba dominar por sus deseos pasionales y egoístas, se entera que San Juan Nepomuceno, quien es para entonces confesor de la reina, y le exige entonces al santo revelar las confesiones de la reina. Pero San Juan que era fiel, noble y honesto, se negaría a romper el voto de la confesión.
El rey, molesto, vuelve a entrar aún más en cólera, un día que decide disponer de todos los vienes y tesoros de un convento, nuevamente San Juan Nepomuceno se le opuso y le haría frente, argumentando que todos esos bienes eran posesión de la Santa Iglesia, por lo tanto, el rey no podía apoderarse de los mismos.
Es ahí cuando el rey de Praga, Wenceslao se molesta aún más con el santo, ordena que se apresado, torturado, y una vez asesinado, arroja su cuerpo al río Mondalva en el año 1393. Su cuerpo fue tomado por unos humildes cristianos del pueblo cercano, que le darían una santa sepultura.
300 años luego de su muerte, una comisión organizada de sacerdotes y médicos, analizarían que en el cuerpo de San Juan Nepomuceno, su luego estaba incorrupta, pero tenía una tonalidad gris y seca. Lo impresionante fue cómo ante sus ojos, la lengua tornaría color y aspecto de el de una persona viva, siendo este considerado el cuarto milagro del santo antes de que fuera proclamado como tal.
San Juan Nepomuceno es considerado santo patrono de los confesores, pues prefirió la muerte antes que revelar y romper el sagrado voto de la confesión. En Praga, ciudad donde se encuentra el río donde este fue arrojado, se mantiene una imagen del santo.