San Fidel de Sigmaringa. Nace en Sigmaringa, Alemania para el año 1577. Por su increíble inteligencia, es enviado a estudiar en la universidad de Friburgo, lugar en el cual pudo obtener gracias a su aplicación y pasión por los estudios, un doctorado en derecho y luego pasa a ser profesor de filosofía y letras. Este es el santo que conmemoramos cada 24 de abril.
Por varios años, San Fidel se encargaría de impartir una excelente educación a los hijos de las familias más importantes de Suabia (en Alemania), a quienes llevaría de manera educativa a conocer diversas culturas Europeas, y sus alumnos quedarían impresionados no sólo por su buen ejemplo como profesor, sino como buen cristiano, pues siempre estaba dispuesto a dar limosnas en vez de gastar para sí.
Como abogado, San Fidel se dedicaba siempre a servir gratuitamente a los pobres que necesitaran un defensor de la ley, siendo conocido entonces como “El abogado de los pobres”. Se dice que un día, un abogado contrario a un caso, le ofreció una gran suma de dinero para lograr ganar una falsa victoria. San Fidel, indignado y decepcionado por lo fácil que era para un abogado en caer en tales sucias trampas, decide abandonar su profesión, y entra como religioso capuchino a la edad de 35 años.
Con el tiempo, San Fidel conseguiría numerosas conversiones siguiendo ahora su nuevo camino religioso, dedicando largas horas a una constante oración y meditación, además se dice que sus sermones eran inspiradores y muchos asistían a los mismos sólo para oírle.
Sin embargo, los protestantes comenzaron a molestarse por los dones de este santo hombre, y comenzaron a poner a toda la población en su contra para hostigarlo. Ante esto, San Fidel decide viajar hacia otra aldea cercana, pero en el camino sería atacado por un grupo de hombres armados que le exigían renunciar a su fe. Al negarse, sería asesinado a puñaladas, siendo martirizado por su fe.
