Santa Inés de Montepulciano. Nacida el 28 de enero de 1268, en Gracciano Vecchio, región Toscana de Montepulciano en Italia y procedente de una rica familia de la región, Los Segni, Inés fue confiada para su cuidado a las hermanas del convento de Montepulciano. Es la Santa que conmemoramos el 20 de abril.
Santa Inés de Montepulciano se caracterizó por manifestar, desde su más temprana edad, una excepcional devoción a Dios y a una vida de absoluta e incorruptible entrega a Cristo, además de demostrar excelsas virtudes de modestia, humildad, abnegación y caridad, reforzadas por una extraordinaria prudencia y juiciosa observancia monástica, que a lo largo de su vida le serviría como marco de referencia para ser merecedora de responsabilidades desde muy corta edad.
Resulta que, a la edad de 15 años, esta destacada Santa católica, fue electa como Priora, madre abadesa de un Monasterio en Procena, región italiana de Umbría, el cual, ella misma había promovido, nombramiento que, por su anidada humildad, consideraba inaceptable debido a su corta edad, pero que luego, por intercesión del Sumo Pontífice, aceptó y llevó adelante con vehemencia y dedicación.
Transcurridos 22 años, Inés regresó a Montepulciano con el objeto de presidir un nuevo Monasterio que había sido fundado por ella en 1306, el cual llevó a regir, al cabo de unos años, bajo la dirección de los Dominicos y es en ese sagrado Claustro donde nuestra conmemorada Santa Inés de Montepulciano permaneció el resto de sus días, hasta su pase a la eternidad celestial, el 20 de abril de 1317, cuando contaba con 49 años.
El cuerpo incorrupto deSanta Inés de Montepulciano reposa en el Convento de las Dominicas de Montepulciano. Con el reconocimiento su devoción y extraordinaria dedicación al servicio cristiano de entrega, fue beatificada en 1608 y canonizada por el Papa Benedicto XIII el 10 de diciembre de 1726.
