San Prudencio de Troyes, es el Santo que celebramos el 6 de abril. Sin haber certeza de su fecha de nacimiento, se tiene de origen español, posiblemente aragonés o catalán, debiendo huir de su patria a causa de la invasión y ocupación musulmana. Fue educado en Francia donde llegó a ser Obispo de la ciudad de Troyes para el año 847.
Destacado obispo de la iglesia católica, además de historiador y sabio teólogo, escritor con amplísima producción literaria, entre las cuales destaca un tratado acerca de la predestinación. Considerado igualmente como el primer Teólogo Controversista español.
Su obispado en la ciudad de Troyes estuvo colmada de gran erudición, plena de luces, doctrina y sabiduría gracias a la paciencia e intervención permanente de Prudencio de Troyes en la conservación y divulgación de la palabra y las Sagradas Escrituras, que transmitía a sus fieles a través de sus múltiples escritos de divulgación de la doctrina cristiana, destacando entre estos, un manual de ética con sentencias espigadas de los libros santos.
Su erudición eclesiástica y agudeza discursiva capacitaron a San Prudencio para intervenir en la corriente filosófica de la Teología Controversial, que daba pie a distintos conflictos de pensamiento teológico sobre varios temas como la doctrina cristiana de la predestinación en contraposición con la del libre albedrio, asuntos en los cuales San Prudencio logró intervenir, proporcionando salidas y soluciones basadas en la pureza de la fe, aplicando con destreza el raciocinio, la caridad y técnica retórica de la dialéctica.
Fue venerado desde el momento de su muerte como fiel pastor de almas, así como por su destreza para canalizar la rigidez de los pensamientos y armonizarla con la lógica de la fe como lo haría un amoroso buen padre. San Prudencio murió en la ciudad de Troyes, Francia en el año 861. Su culto comenzó en el siglo XIII.