San Casimiro de Polonia. Patrono de Polonia y Lituania. Nace en Cracovia en el año 1458, hijo del rey Casimiro IV Jagellón y su madre fue Isabel de Habsburgo de Hungría. Siendo muy pequeño, manifestaría su devoción a Dios y su humilde y noble corazón. Llegado el momento, haría voto de castidad y destacaría por una pureza y bondad infinitas. Es el santo que recordamos el día 4 de marzo.
Casimiro sería educado dentro de la fe católica gracias a sus padres, además, tuvo la suerte de que su padre, el rey, llegó a conseguirle los mejores maestros para ayudarlo en su educación. Uno era el Padre Juan y el otro era conocido como el profesor Calímaco.
El Padre Juan era de origen polaco, y tenía fama de ser un hombre muy sabio y de costumbres santas; el profesor Calímaco, además de ser también un hombre sabio, llegó a ser secretario del Papa Pío II, y luego serviría en la corte del rey de Polonia. Los primeros educadores de San Casimiro ya darían fe de su santidad y sabían que el adolescente Casimiro tenía una excepcional virtud y le esperaba el camino a la santidad.
Según quienes llegaron a redactar la biografía de San Casimiro, aseguran que durante toda su vida, su mayor y más grande anhelo era ser del agrado de Dios, y para esto, se esforzaba constantemente en dominar su cuerpo para no caer en las pasiones sensuales que pudieran llegar a manchar su alma y su pureza. A pesar de ser hijo del rey, se comenta que San Casimiro, vestía las ropas más humildes y rechazaba cualquier tipo de lujo.
San Casimiro pasaría gran parte de su vida meditando sobre la Pasión y Muerte de Jesucristo, además e preocupaba infinitamente por el prójimo y sus necesidades, muchas veces se le vio donando sus bienes y dedicando tiempo y energía para ayudar a quien más lo necesitaba, defendiendo siempre a los miserables, y por eso su pueblo lo llamaba “el defensor de los pobres”.
