EVANGELIO DEL SÁBADO, 17 DE MARZO DE 2018:
Conoce el evangelio del día, evangelio de hoy 17 de Marzo del 2018: Primera lectura, el salmo y el evangelio o palabra de Dios.
PRIMERA LECTURA
LECTURA DEL LIBRO DE JEREMÍAS 11, 18-20
El Señor de los ejércitos me lo ha hecho saber y yo lo sé. Entonces tú me has hecho ver sus acciones.
Y yo era como un manso cordero, llevado al matadero, sin saber que ellos urdían contra mí sus maquinaciones: «¡Destruyamos el árbol mientras tiene savia, arranquémoslo de la tierra de los vivientes, y que nadie se acuerde más de su nombre!».
Señor de los ejércitos, que juzgas con justicia, que sondeas las entrañas y los corazones, ¡que yo vea tu venganza contra ellos, porque a ti he confiado mi causa!
SALMO
SALMO 7
Lamentación de David. La que cantó al Señor a propósito de Cus, el benjaminita.
Señor, Dios mío, en ti me refugio:
sálvame de todos los que me persiguen;
líbrame, para que nadie pueda atraparme
como un león, que destroza sin remedio.
Señor, Dios mío, si cometí alguna bajeza,
o hay crímenes en mis manos;
si he pagado con traición a mi amigo
o he despojado sin razón a mi adversario:
que el enemigo me persiga y me alcance,
que aplaste mi vida contra el suelo
y deje tendidas mis entrañas en el polvo.
Levántate, Señor, lleno de indignación;
álzate contra el furor de mis adversarios.
Despierta para el juicio que has convocado:
que una asamblea de pueblos te rodee,
y presídelos tu, desde lo alto.
El Señor es el Juez de las naciones:
júzgame, Señor, conforme a mi justicia
y de acuerdo con mi integridad.
¡Que se acabe la maldad de los impíos!
Tú que sondeas las mentes y los corazones,
tú que eres un Dios justo, apoya al inocente.
Mi escudo es el Dios Altísimo,
que salva a los rectos de corazón.
Dios es un Juez justo
y puede irritarse en cualquier momento.
Si no se convierten, afilará la espada,
tenderá su arco y apuntará;
preparará sus armas mortíferas,
dispondrá sus flechas incendiarias.
El malvado concibe la maldad,
está grávido de malicia y da a luz la mentira.
Cavó una fosa y la ahondó,
pero él mismo cayó en la fosa que hizo:
su maldad se vuelve sobre su cabeza,
su violencia recae sobre su cráneo.
Daré gracias al Señor por su justicia
y cantaré al nombre del Señor Altísimo.
EVANGELIO DEL DÍA
SAN JUAN 7,40-53
Algunos de la multitud que lo habían oído, opinaban: «Este es verdaderamente el Profeta».
Otros decían: «Este es el Mesías». Pero otros preguntaban: «¿Acaso el Mesías vendrá de Galilea?
¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá del linaje de David y de Belén, el pueblo de donde era David?».
Y por causa de él, se produjo una división entre la gente.
Algunos querían detenerlo, pero nadie puso las manos sobre él.
Los guardias fueron a ver a los sumos sacerdotes y a los fariseos, y estos les preguntaron: «¿Por qué no lo trajeron?».
Ellos respondieron: «Nadie habló jamás como este hombre».
Los fariseos respondieron: «¿También ustedes se dejaron engañar?
¿Acaso alguno de los jefes o de los fariseos ha creído en él?
En cambio, esa gente que no conoce la Ley está maldita».
Nicodemo, uno de ellos, que había ido a ver a Jesús, les dijo:
«¿Acaso nuestra Ley permite juzgar a un hombre sin escucharlo antes para saber lo que hizo?».
Le respondieron: «¿Tú también eres galileo? Examina las Escrituras y verás que de Galilea no surge ningún profeta».
Y cada uno regresó a su casa.