Santa Juliana Falconieri. Fue una religiosa italiana de finales del siglo XIII, conocida como santa por la Iglesia Católica y celebrada por los fieles el día 7 de febrero. Nace en Florencia, en Toscana y llegó a ser Fundadora de las religiosas terciarias servitas.
Proveniente de una noble y rica familia, Santa Juliana acostumbrara desde pequeña a pasar largas horas de oración en el templo donde terminó por descubrir su camino religioso. A la edad de 15 años, decide entonces que es momento de ingresar a la orden Terciaria de los Siervos de María. Santa Juliana permaneció desde entonces en la casa de su madre y comenzaría a mostrar su conducta religiosa y santa.
Otras jóvenes que también se sentían atraídas por este modo de vida religioso y santo, comenzarían a seguir el ejemplo de Santa Juliana, y comenzarían a llevar el manto distintivo sobre sus cabezas, y así, el número de jovencitas crecería rápidamente, y se formaría entonces la asociación de “Sirvientas de la Virgen María”, donde Santa Juliana llegaría a ser la madre superiora durante 35 años.
Esta santa sería conocida por su gran bondad, caridad, amabilidad y por sobre todas las cosas, buscar el bien de todas las almas que conocía durante su camino religioso por la vida. Igual que hacía de pequeña, pasaba largas horas de constante oración y realizaba ayunos casi a diario, ofreciéndolos como penitencia para la conversión de las almas pecadoras.
Santa Juliana Falconieri fallece años más adelante, un 19 de junio de 1341 a la edad de 71 años por una severa infección estomacal. Durante su sepulcro llegaron a darse numerosos y recordados milagros, y también se dice que el día de su muerte, sería autorizada para recibir la hostia, depositándola sobre su pecho, al lado del corazón. El sacerdote mientras decía una oración para “santificar el alma de la enferma” con el contacto del cuerpo de Cristo, pudo ver que la hostia terminó por desaparecer, justo en el instante que Juliana fallece.