San Gregorio Taumaturgo, es el santo que se celebra el día 17 de noviembre. Es a menudo recordado como uno de los “padres de la iglesia” debido a que su convicción y escritos dieron muchos de los fundamentos para lo que es hoy en día la iglesia católica. Además, también contribuyó en gran medida con la doctrina cristiana en general.
Es a menudo mencionado en mucha de la literatura antigua. Entre los autores que lo mencionan en sus obras o incluso lo recuerdan, se encuentran San Jerónimo, San Basilio, San Ordoñes e incluso Rufino.
San Gregorio Taumaturgo, nació hacia el año 213, en Neocesarea del Ponto, siendo criado bajo el ala de una familia pagada muy distinguida en el pueblo. Y aunque su nombre al nacer era Teodoro, este lo cambiaría posteriormente cuando se convirtiera al cristianismo por Gregorio.
Mientras crecía estudió retórica y derecho. El querer seguir estudiando derecho fue lo que le cambiaría la vida, debido a por esto se trasladó a Cesárea de Palestina, en donde estuvo entre el año 233 y el 238. Lugo de un curso impartido por Orígenes, este se olvidó del derecho y empezó a enfocarse en la filosofía. Y debido al maestro que tenía, él y su hermano se convirtieron al cristianismo.
Luego de varios años de estar convertido al cristianismo, el obispo de Arnasca, Fedimo, lo eligió como el primer obispo de Neocesarea, la ciudad de donde nació, a pesar de estar todavía muy joven.
Se habla a menudo de que su actividad como pastor fue una extraordinaria, en donde siempre antepuso la seguridad de sus creyentes por encima de todo. Además, al momento de su muerte, entre el 270 y el 275, se dice que no quedaba ni un solo pagano en Ponto, debido a su actividad como pastor.
Fue el autor de varias obras que dieron grandes bases para la creencia y educación cristiana. Y además se hicieron grandes leyendas a su alrededor, lo que le ganó el apodo de Taumaturgo.