Noticias Cristianas. En la mañana de hoy 30 de octubre desde el Vaticano, el Papa Francisco nos explica que un buen pastor sería aquél que está junto al herido, al necesitado, al igual que lo hizo nuestro Señor Jesús, no como los fariseos quienes sólo podían pensar en su propio beneficio.
En la homilía a primera hora de la mañana, en la capilla de la residencia Santa Marta, expuso el Evangelio del día en el que nos cuenta cómo Jesús cura a una mujer que no conseguía mantenerse derecha. Sufría de una enfermedad de la columna que la mantuvo así por años.
Un buen pastor piensa primero en su pueblo, jamás en si mismo
“Un buen pastor siempre es cercano” nos explica el Papa, al contrario de los fariseos, cuyo único interés estaba en cuándo terminaba el servicio religioso y así poder ver las ganancias obtenidas por las ofrendas del día.
Pero Jesús siempre estaba al lado del grupo que no era tomado en cuenta; los pobres, los enfermos, los pecadores, los leprosos, y todos estaban allí porque era Jesús como pastor quien tenía la “capacidad de conmoverse ante las enfermedades, era un buen pastor”.
Un buen pastor es aquel que toma en cuenta al prójimo, un buen pastor se acerca y se conmueve. “Yo diría que la tercera característica de un buen pastor es no avergonzarse de la carne; tocar la carne herida, como ha hecho Jesús con esta mujer: ‘tocar las manos’, tocó a leprosos, tocó a los pecadores…”.
Un buen pastor sigue el ejemplo nuestro Señor Jesús
“Es una gracia para el pueblo de Dios tener buenos pastores, pastores como Jesús, que no se avergüenzan de tocar la carne herida, que saben que sobre esto seremos juzgados: estuve hambriento, estuve en una cárcel, estuve enfermo. Los criterios del protocolo final son los criterios de la cercanía, los criterios de esta cercanía total, tocar, compartir la situación del pueblo de Dios”.
Francisco concluye pidiéndole a los fieles no olvidar que el buen pastor, como Dios nuestro Padre, siempre está cercano con nosotros.
