Evangelio del Viernes, 03 de Noviembre de 2017:
Conoce el evangelio del día, evangelio de hoy 03 de Noviembre del 2017: Primera lectura, el salmo y el evangelio o palabra de Dios.
Primera lectura
Romanos 9, 1-5
Digo la verdad en Cristo, no miento, y mi conciencia me lo atestigua en el Espíritu Santo.
Siento una gran tristeza y un dolor constante en mi corazón.
Yo mismo desearía ser maldito, separado de Cristo, en favor de mis hermanos, los de mi propia raza.
Ellos son israelitas: a ellos pertenecen la adopción filial, la gloria, las alianzas, la legislación, el culto y las promesas.
A ellos pertenecen también los patriarcas, y de ellos desciende Cristo según su condición humana, el cual está por encima de todo, Dios bendito eternamente. Amén.
Salmo
Salmo 147
¡Aleluya!
¡Qué bueno es cantar a nuestro Dios,
qué agradable y merecida es su alabanza!
El Señor reconstruye a Jerusalén
y congrega a los dispersos de Israel;
sana a los que están afligidos
y les venda las heridas.
El cuenta el número de las estrellas
y llama a cada una por su nombre:
nuestro Señor es grande y poderoso,
su inteligencia no tiene medida.
El Señor eleva a los oprimidos
y humilla a los malvados hasta el polvo.
Respondan al Señor dándole gracias,
toquen la cítara para nuestro Dios.
El cubre el cielo de nubes
y provee de lluvia a la tierra;
hace brotar la hierba en las montañas
y las plantas para provecho del hombre;
dispensa su alimento al ganado,
y a los pichones de cuervo que claman a él.
No le agrada el vigor de los caballos
ni valora los músculos del hombre:
el Señor ama a los que lo temen
y a los que esperan en su misericordia.
¡Glorifica al Señor, Jerusalén,
alaba a tu Dios, Sión!
El reforzó los cerrojos de tus puertas
y bendijo a tus hijos dentro de ti;
él asegura la paz en tus fronteras
y te sacia con lo mejor del trigo.
Envía su mensaje a la tierra,
su palabra corre velozmente;
reparte la nieve como lana
y esparce la escarcha como ceniza.
El arroja su hielo como migas,
y las aguas se congelan por el frío;
da una orden y se derriten,
hace soplar su viento y corren las aguas.
Revela su palabra a Jacob,
sus preceptos y mandatos a Israel:
a ningún otro pueblo trató así
ni le dio a conocer sus mandamientos.
¡Aleluya!
Evangelio del día
Lucas 14, 1-6
Un sábado, Jesús entró a comer en casa de uno de los principales fariseos. Ellos lo observaban atentamente.
Delante de él había un hombre enfermo de hidropesía.
Jesús preguntó a los doctores de la Ley y a los fariseos: «¿Está permitido curar en sábado o no?».
Pero ellos guardaron silencio. Entonces Jesús tomó de la mano al enfermo, lo curó y lo despidió.
Y volviéndose hacia ellos, les dijo: «Si a alguno de ustedes se le cae en un pozo su hijo o su buey, ¿acaso no lo saca en seguida, aunque sea sábado?».
A esto no pudieron responder nada.