Es también llamada Santa Teresa de Jesús, Virgen y Doctora de la Iglesia, siendo la primera mujer, que junto a Santa Catalina de Siena recibe este título.
Nació en Ávila, España, el 28 de marzo de 1515.
Su nombre, Teresa de Cepeda y Ahumada, hija de Alonso Sánchez de Cepeda y Beatriz Dávila Ahumada.
En su casa eran 12 hijos.
Tres del primer matrimonio de Don Alonso y nueve del segundo, entre estos últimos, Teresa.
Camino religioso
Emprendió a los cuarenta años la tarea de reformar la orden carmelitana según su regla primitiva.
Guiada por Dios por medio de coloquios místicos, y con la ayuda de San Juan de la Cruz.
Partió, con la carga de los tesoros de su Castillo interior, en todas las direcciones de España y llevó a cabo numerosas fundaciones, suscitando también muchos resentimientos, hasta el punto que temporáneamente se le quitó el permiso de trazar otras reformas y de fundar nuevas cases.
Desde niña se dio a conocer por su temperamento exuberante, incluso a los siete años se escapó de casa para buscar el martirio en África.
Se enfermó gravemente en un par de ocasiones.
A raíz de estas enfermedades comenzó a tener experiencias místicas que trasformaron su vida y la percepción que tenía sobre Dios.
Escribió tres libros en donde hablaba de su vida y su encuentro con Dios. “El camino de la perfección”, “Pensamientos sobre el amor de Dios” y “El castillo interior” fueron libros muy venerados.
Murió en Alba de Tormes en la noche del 14 de octubre de 1582, y en 1622 fue proclamada santa.
El 27 de septiembre de 1970 Pablo VI la proclamó doctora de la Iglesia.
Oración a Santa Teresa de Ávila
«Nada te turbe, nada te espante.
Todo se pasa. Dios no se muda.
La paciencia todo lo alcanza.
Quien a Dios tiene, nada le falta.
Sólo Dios basta.»