La memoria litúrgica de San Zósimo de Siracusa se festeja en esta ocasión, permitiendo al pueblo cristiano honrar una vez mas a este hermano religioso. Su obra nos lleva a conocer un lado humilde y paciente de la Iglesia Católica, buscando la aprobación del Señor para llevar un legado santificado. Trajo ante los creyentes una serie de propuestas y trabajo arduamente por su comunidad, pues no pretendía abandonar nunca la tarea que se le encomendó.
Principalmente se preparo como un joven de campo, humilde y alegre que trascendió en los corazones de los fieles, dando a conocer una oportunidad brillante al pueblo de Siracusa, pues solo deseaba vivir en la gracia de Dios hasta que entendió su verdadero cometido. Actualmente se entregan tributos al eterno vigilante conocido como San Zósimo.
La asignación de San Zósimo de Siracusa
Nacido en Siracusa, sabemos que el santo se puso a cargo de cuidar una tumba muy preciada. Yacían los resto de Santa Lucia, una amorosa santa de enorme devoción. Sin embargo nuestro santo apenas era un joven cuya presión de aquel trabajo lo dejo aterrado, con ganas de huir del lugar, no pensó al correr de esa pequeña tumba. Pero sabia que su lugar era allí, volviendo arrepentido para cumplir su papel.
El nuevo obispo del pueblo
Milagrosamente en una fría noche, al joven se le apareció la mismísima Santa Lucia, calmando su espíritu y otorgándole fuerzas renovadas. Desde ese día el bueno del santo se preparo como ninguno, ascendiendo en el trabajo cristiano para un día tomar el cargo de obispo, elegido naturalmente por el pueblo que le vio cumplir con su protectora labor. Ejerció su noble trabajo hasta el año 600, siendo inmortalizado tras su encuentro con el Señor.
Santoral del día 30 de marzo
En esta fiesta también se conmemoran diversos hermanos de promesa devota. Estos son algunos de los mas celebrados:
- San Domnino, compañero mártir
- Beata María Restituta, apasionada virgen
- San Leonardo Murialdo, elocuente presbítero