Hoy se conmemora la obra de Santa Laura de Santa Catalina, madre reconocida de Colombia y exitosa mujer religiosa, cuya planificación cristiana le llevo a conocer diversas tribus que ignoraban las maravillosas historias y dones que el Señor posee, logrando acercar de manera personal a cada indígena en el catolicismo hasta fundar una congregación dedicada a expandir esta misión repleta de nobles valores. El compromiso de la santa también destaco por sus humildes pensamientos.
Nacida en el pueblo de Antioquia, en el año 1.874, recibió las primeras enseñanzas cristianas por parte de sus padres, siendo dedicados servidores católicos y su padre, partiendo inesperadamente, deja a la joven Laura y el resto de la familia enfrentando crisis económica, evitando que la niña ingrese en una escuela hasta pasar los dieciséis años de edad, aprendiendo a enseñar cátedras espirituales y ganándose la vida como maestra y modelo a seguir por su pasión reflexiva.
La fundación cristiana de Santa Laura de Santa Catalina
La pasión de la maestra es tal, que recibe la aprobación de figuras religiosas para dar inicio a su propia fundación, enseñando con gracia los valores cristianos a discípulas amantes a la entrega cristiana. Con el paso de los años, Santa Laura es invitada por Dios para enseñar en los pueblos indígenas. Encantada por el honor de esta misión, entra en las selvas con el mensaje de amor y piedad religiosa, acompañada de cinco discípulas para servir a los indios.
Los aprendizajes en la tierra indígena y la diversa cultura
Conviviendo con los humildes aldeanos, la santa aprendió de su cultura y comprendió nuevas virtudes que le permitieron infundir en aquellas comunidades el aprendizaje adecuado, dándoles también la oportunidad de conocer al Señor, derribando murallas de rechazo y desprecio ante las sociedades de mayor prestigio. Pese a una enfermedad que le dejo en silla de ruedas, la madre sirvió hasta partir en el año 1.949, siendo canonizada por el papa Francisco en el año 2.013.
