Hoy se conmemora la obra de San Segismundo Félix Felinski, gran obispo al servicio de la comunidad de Cracovia, el cual se dedicó específicamente a instaurar la iglesia ante dificultades y llamar a las personas a trabajar por la libertad de las creencias cristianas, haciendo lo posible para fundar una congregación de Hermanas Franciscanas y así cubrir las crecientes necesidades del pueblo.
Nacido en el año 1.822, en Ucrania, fue un joven de notables dotes intelectuales, formando su carácter religioso al ser sus padres totalmente devotos al Señor, haciendo que este sintiera natural interés en la palabra de Dios y fortaleciera su fe aun tras presenciar la captura y exilio de su madre al participar en actividades rebeldes. Con los años próximos, el santo comenzaría a tomar consciencia activa sobre los problemas sociales y económicos de los campesinos.
El trabajo reformador de San Segismundo Félix Felinski
Creciendo los conocimientos del santo, este ascendió naturalmente en el campo cristiano, haciendo con éxito los cursos para convertirse en sacerdote para el año 1.855 e inmediatamente inicia su obra para la parroquia de Santa Catalina, realizando trabajos de caridad en la comunidad hasta volverse arzobispo y comprometerse en el trabajo de la iglesia, lo que le llevaría a tomar acciones contra el gobierno y sus numerosos intentos de influenciar en los proyectos del Señor.
La contribución de Segismundo ante la represión
La pasión de Segismundo le llevo a involucrarse en los conflictos y persecuciones de Rusia, haciendo lo posible para liberar a los sacerdotes apresados y ofreciéndose para evitar el maltrato a los jóvenes nobles que seguían las creencias cristianas. Pronto el gobierno tomo una oportunidad para exiliar al padre a Siberia, donde serviría con la misma fuerza hasta su encuentro con el Señor en el año 1.895, siendo canonizado en el año 2.009 por Benedicto XVI.