Hoy se conmemora la obra del Beato Alfonso Sebastiá Viñals, honrado y dedicado presbítero cuya habilidad para difundir la palabra del Señor le trajo numerosos contribuyentes a la iglesia, convirtiéndose en un líder innato y siendo el encargado de dirigir una escuela de origen valenciano hasta caer tras las numerosas persecuciones contra los voluntarios religiosos, entregándose en la gloria del martirio.
Nacido en el año 1.910 en la ciudad de Valencia, España, su familia de humildes labores lo instruyo adecuadamente mientras notaban la natural atracción que el joven Alfonso sentía por la voluntad cristiana, buscando refugio del pecado de la mano del Señor. Con una hermosa e inspiradora actitud, el joven con apenas diez años de edad ya expresaba su deseo para convertirse en sacerdote, ingresando en colegios y seminarios que reforzarían su conocimiento en humanidades.
La confrontación del Beato Alfonso Sebastiá Viñals
El esfuerzo del elocuente Alfonso lo convertiría en sacerdote para el año 1.933, sin embargo, los enfrentamientos contra la religión habían iniciado y los enemigos de la misma se comenzaban a incrementar, dando como resultado una serie de amenazas directas hacia el beato, quien valientemente rechazo los intentos para acabar con su labor. Con algunas dudas sobre su labor, el joven sacerdote se dirigió a Valencia, siendo apoyado y asignado a la dirección espiritual.
El deseo y la voluntad contra la adversidad
El puesto de director espiritual le traería gran alivio al beato, volviéndose un magnifico presbítero y haciéndose de muchos amigos en su entorno, pero recibiendo advertencias y suplicas de su padre, quien sabia de los ataques y martirios contra los fieles. En el año 1.936, el beato fue arrestado y fusilado por su labor cristiana, siendo reconocido en la posteridad por el papa Juan Pablo II quien canonizaría al mártir en el año 2.001.