Hoy se conmemora la obra de Santa Eufrasia del Sagrado Corazón de Jesús, proveniente de India y nacida en el año 1.877, su crianza fue dirigida en gran parte por la influencia de su madre, quien la guio para convertirse en una niña de ejemplar conducta y excelsos valores, comprendiendo los actos del Señor. Con nueve años de edad su seguridad por el catolicismo aumenta, fortaleciendo su espíritu y comunicando su deseo de convertirse en virgen.
El amor que la joven Eufrasia, de nombre católico “Rose” poseía por Dios la llevo a tomar decisiones que desafiaban toda autoridad, incluyendo la voluntad de su padre, quien esperaba ofrecerla en un matrimonio. Sorpresivamente, Eufrasia ingresa en un internado para religiosas a escondidas, convirtiéndose en una de las mejores hermanas en la Congregación de la Madre del Carmen, compartiendo con las demás hermanas un cambio de espacio para recibir su velo en el año 1.897.
La sagrada conexión de Santa Eufrasia del Sagrado Corazón de Jesús
Tomando el hábito oficialmente en el año 1.898, el sentido de pertenencia que poseía la hermana con el Señor era más que notorio para sus compañeras, siendo constante su fe y oraciones que le dieron el apodo de “hermana orante”, contando en numerosas cartas para su director espiritual como le frustraba y lastimaba el poco compromiso que se observaba en la eucaristía, deseando que se reforzara el interés en respetar a Jesús durante el santísimo sacramento.
Las devociones de un alma penitente
La hermana Eufrasia sentía gran apego a la figura de Cristo en la cruz, besando los pies de la figura mostraba respeto ante el sacrificio del mismo, invitando a las personas que inspiraba a seguir el amor de Cristo. Finalmente, la santa partió en el año 1.952, siendo canonizada por el papa Francisco en el año 2.014