Este 19 de agosto se conmemora a San Juan Eudes, cuya vida dedicada al servicio del prójimo como presbítero le llevo a difundir la palabra del Señor a través de múltiples parroquias y posteriormente fundar una Congregación dedicada enteramente en la formación correcta de sacerdotes y los seminarios que se impartirían a estos. El pasar de los años le daría la idea de formar un convento de religiosas y así fortalecer la fe de las mujeres.
Nacido en el año 1.601 en una comunidad de Normandía, Francia sus padres eran personas muy humildes que no habían tenido la suerte de tener hijos, viajando en peregrinación pidieron hasta que el Señor les otorgo a su primogénito de nombre Juan y luego cinco hijos más. Juan se mostraba desde pequeño como un joven devoto ante el buen trato al prójimo por lo que incluso ante la agresión respondía de forma amable y pacífica, deseando consagrarse ante la iglesia.
El obrar santificado de San Juan Eudes
Pronto el joven haría un voto de castidad y en sus años de formación cristiana mostraba una conducta ejemplar, digna de admirar hasta el punto de otorgársele permiso para predicar con ordenación básica ya que su elocuencia era digna de ser compartida. Durante un terrible estallido de peste, Juan colaboro en todo lo que su buen hacer le permitía, aislándose de sus compañeros para protegerles y trabajando su habilidad de predicador e incluso confesor de almas perdidas.
La misión del Señor
Los talentos del joven se verían beneficiados ante la misión que Dios tenia para él, como confesor realizo más de cien misiones de ayuda, siendo ordenado para fundar congregaciones que imitaran su ejemplo. Su partida se dio al acabar una misión en el año 1.680, siendo canonizado por Pio XI en el año 1.925.