Hoy se conmemora la vida de San Alberto Hurtado Cruchaga, Hermano y presbítero perteneciente a la Orden servicial de la Compañía de Jesús, el cual realizo una obra de fundaciones con el objetivo de ayudar a todo hombre necesitado, enfocando con las mejores intenciones que el esfuerzo diera cobijo a los niños sin techo y así encontrarles mejores caminos en la vida bajo la aprobación del Señor, dotándoles de familias amorosas.
Nacido en el año 1.901 en la Viña del mar en Chile, en su niñez enfrento una dura etapa al perder a su padre con tan solo cuatro años de edad, viéndose la madre obligada a vender las propiedades de la familia y enviándole con sus hermanos a hogares separados, sin tener una cama segura para dormir por lo que se volvería un niño muy humilde que comprendía la vida de las personas necesitadas, donde apenas tenía una comida al día.
El camino educativo y honrado de San Alberto Hurtado Cruchaga
Para la suerte de Alberto una beca le permitiría estudiar y conocer al Señor en la comunidad de Mariana, ayudando a los pobres con mayor profundidad. Naciendo en el joven un fuerte deseo por ayudar al necesitado, continuaba sus estudios y trabajaba en las tardes para cuidar de su madre y su hermano hasta finalmente graduarse en el año 1.923, manejando la labor que nunca descuidaba en los domingos.
Las obras caritativas
Con los años el humilde Alberto se convirtió en sacerdote y de inmediato comenzó a trabajar en una idea que le daría hogar a cientos de personas necesitadas, la apertura de casas para niños, mujeres y hombres que se encontrasen en la calle. La fundación resulto un éxito apoyado por benefactores comprometidos en la causa. El santo partió en el año 1.952 y su canonización se daría en el año 2.005 por Benedicto XVI.