Este día se celebra la vida del beato José Toledo Pellicer, ejemplar hermano católico quien en su obrar imitaría a Cristo asumiendo el máximo sacrificio en nombre de la fe convirtiéndose en mártir. El trabajo del beato le llevo a tomar importantes decisiones como altísimo sacerdote, comprendiendo los valores y enseñanzas que el Señor le daría a sus fieles servidores por lo cual el martirio lo recibiría con amor y gran honra.
Con su llegada al mundo en el año 1.909 en Llaurí, España, su vida fue cubierta de conocimientos católicos al poseer padres fieles al Señor y practicantes del cristianismo que verían con mucha alegría la iniciativa del niño, que ofrecía su servicio como monaguillo en la iglesia de su comunidad, pasando por colegios que reforzarían su interés en la vida religiosa.
La formación religiosa del Beato José Toledo Pellicer
Para el joven José el servicio a la iglesia lo era todo, por lo tanto, no fue sorpresa para sus padres su deseo de convertirse en sacerdote no sin antes pasar por diferentes procedimientos educativos, estudiando con esmero y cuidando cada oportunidad que se le ofrecía hasta obtener el sacerdocio en el año 1.934 actuando con una labor extensa, dirigiendo la guía espiritual de su iglesia. El talento era notable en el beato, como músico dirigía a los coros y brindaba alegría en cada misa.
El noble partir del beato
Durante una época de crisis contra la religión, se acumularon los rumores de una posible quema de iglesias en las que estaba señalada la actual residencia del beato, sin más que esperar con firmeza el próximo martirio se encomendó al Señor y confeso sus pecados para ser arrestado y posteriormente fusilado en el año 1.936, el valor del mismo fue canonizado por Juan Pablo II en el año 2.001.
