Hoy se celebra la obra de San Pedro de Anagni, dedicado obispo cuyo servicio le permitió cumplir con el deber hacia el Señor en la dedicación pastoral, contribuyendo en la construcción de una memorable iglesia. En el año 1.110 fue inscrito en la obra canónica por el papa Pascual II, el cual le puso el día de su fiesta y preparo su celebración al haber sido este un obispo destacado por sus numerosas virtudes en vida.
El papa Pascual II declaraba en su momento que la canonización de San Pedro era totalmente merecida al presentar extensos milagros y hechos sobrenaturales que le habían sido otorgados por la gracia divina del Señor, siendo este uno de los santos con menos información conocida, pero muy respetado por su culto y los fieles.
La inconclusa biografía de San Pedro de Anagni
Siendo tan elogiado, los seguidores de la religión deseaban saber más sobre el santo, por lo que se consiguió con mucho esfuerzo algunos relatos sobre su vida, escritos por autores anónimos de los que el mismo papa confirmaría la veracidad, al comparar los datos con las reliquias de San Pedro, teniendo su llegada al mundo en el año 1.035 en Italia, Pedro fue preparado durante toda su vida para ejercer en la labor pastoral, siendo instruido desde joven en la oración y el agradecimiento.
El trabajo restaurador y la valiente cruzada
Para San Pedro su trabajo era lo más importante, tenía un compromiso de fe con la iglesia y este deber le llevo a participar como capellán al servicio de Alejandro II hasta convertirse en obispo, durante su labor se involucró también en diversas cruzadas hasta fallecer en el año 1.105 con sus objetivos cumplidos, una iglesia restaurada y las disciplinas canónicas regresadas a su antigua gloria.