Hoy se celebra la obra de San Camillus de Lelis, santo presbítero que, tras experimentar los vicios de la juventud, junto a una actitud despreocupada y simple, fue enviado al servicio militar y con los años posteriores se embarcaría en la misión de cuidar a todos los enfermos que poseían estados incurables. Nacido en el año 1.550, en Italia y siendo el sexto hijo de sus padres, destacaba por su gran altura cuando tenía diecisiete años de edad.
Pronto la guerra se acercó y tanto Camillus como su padre se enlistaron en el ejército para luchar contra los turcos, siendo intervenido debido a una terrible infección en la pierna y enviado al hospital en el año 1.571 pero su actitud rebelde haría que le despidieran del lugar nueve meses después, siendo regresado al servicio militar y envolviéndose en vicios como el alcohol y las apuestas.
La redención de San Camillus de Lelis
Presionado por el sentimiento de remordimiento en su corazón, el joven Camillus termina en un hogar Capuchino, pidiendo perdón por sus pecados y encomendándose para servir al Señor, su misión le llevo a asistir en los hospitales a los enfermos. Sorprendido por la negligencia y las deplorables condiciones que poseían los hospitalizados, el santo inicio su propia congregación.
El camino del monasterio y la paz para los enfermos
El trabajo del santo era ejemplar, junto a sus compañeros viajaba para visitar a cada enfermo con condiciones terminales, les asistían y curaban las heridas con amor y devoción. El Señor le otorgaría a Camillus la capacidad para realizar milagros hasta padecer ante la enfermedad de su pierna en el año 1.746 con sesenta y cuatro años de edad, volviéndose el patrono de los enfermos y siendo canonizado por Benedicto XIV en el año 1.746.
