Hoy se celebra la vida y obra del Beato Juan de Prado, santo presbítero y hermano perteneciente a la Orden de los Hermanos Menores, con la gran tarea de prestar su servicio en África, durante una época en la que el continente estaba urgido de asistencia espiritual. Su trabajo lo llevaría a ser apresado y condenado al martirio bajo el fuego por orden del soberano Mulay al-Walid.
Considerado como uno de los monjes más conocidos en la Orden de Frailes Menores, seria hijo de una familia en la nobleza dándose su nacimiento en el año 1.563 en Marruecos país de África del Norte formándose académicamente en la Universidad de Salamanca, su creciente interés por la religión lo haría tomar el hábito Franciscano. Cumpliendo con su trabajo les pidió a sus superiores ser enviado a difundir el evangelio entre los paganos.
La labor como presbítero y el trabajo magistral del Beato Juan de Prado
Juan de Prado recibiría como primera orden predicar y ejercer de maestro en su patria, haciendo su labor como guía para los novicios y obrando además como guardián en los conventos. Siendo humilde, caritativo y de gran devoción, seria relevado de su cargo tras recibir acusaciones a su persona, el beato aceptaría las acusaciones sin preocupación ya que su inocencia se demostraría gracias a su fe, recibiendo el título de Provincial en San Diego.
El trabajo como misionero y el martirio
Tras una terrible oleada de peste que afectaría a los Franciscanos en marruecos San Juan se dirigiría como misionero para ayudar a la comunidad. Las autoridades le advirtieron que saliera del país pero haciendo caso omiso, continuo difundiendo los sacramentos, esto lo llevaría al arresto y posterior condena a la hoguera falleciendo en el año 1.631. Incluso en el fuego el beato seguiría predicando a los verdugos. Su beatificación se daría en el año 1.728 por Benedicto XIII.