Hoy se celebra la obra de San Bernardino de Siena. Santidad reconocida como religioso devoto perteneciente a la Orden de Hermanos Menores, siendo una persona de numerosas virtudes como la simpleza en sus actos y el cumplimiento de normas morales, reservándose en la austeridad. San Bernardino se dedicaría a la predicación del evangelio a través de los múltiples pueblos y las ciudades italianas, enseñando sobre el amor al santísimo nombre de Jesucristo.
Nacido en el municipio de Italia, Massa Marittima en el año 1.380 se quedaría huérfano a temprana edad por lo que su formación seria dada por su tía. De niño el santo ya poseía un interés en los asuntos religiosos y la entrega al Creador, se tomaba el tiempo de realizar altares y estudiar a los predicadores para imitarlos, ya como adolescente su carácter se mostraba respetuoso y actuaba de manera pura.
La excelsa expresión en el predicamento de San Bernardino de Siena
San Bernardino enfrentaría a los veinte años junto a otros compañeros el inesperado brote de peste en Italia, sirviendo durante tres meses en el hospital hasta el cese de la crisis. Su vida en el ámbito religioso tendría inicio a sus veintidós años, ingresando a la Orden Franciscana logrando un predicamento de tal pureza, que los locales y universidades cerraban para dar paso a los evangelios comunicados por el santo.
El importante papel y la gran proeza del santo
San Bernardino dada su elocuencia y entrega al predicamento, lograría fundar más de doscientos monasterios, interviniendo en los conflictos de dos grupos, los güelfos y los gibelinos. Bernardino lograría la propagación de la Eucaristía consiguiendo nuevos seguidores a la devoción. Los milagros no faltarían en su obrar, se le aparecería San Pedro Celestino a sus 63 años y tras su partida en el año 1.444, se daría su canonización por Nicolás V en el año 1.450.