Hoy 10 de mayo celebramos la santa obra de San Damián de Molokai, también conocido como Padre Damián, el padre de los leprosos. Nacido el 3 de enero en el año 1.840 en la comuna de Tremeloo, Bélgica. Su llegada al mundo se daría en la finca familiar siendo su nombre de bautizo José Veuster, el 7 de octubre de 1.860 su guía a la religión comenzaría con el ingreso a la congregación de los Sagrados Corazones de Jesús y María.
San Damián iniciaría su camino como novicio en parís, ofreciendo su labor para obrar en Hawái, donde apenas se estaba ingresando la Iglesia Católica bajo la congregación, haciendo que la demanda de sacerdotes fuera alta y así en el año 1.864 fue enviado a las islas hasta pasar dos meses y se convertido en sacerdote en la capital de Honolulu.
La fuerza y protección divina de San Damián de Molokai
Las islas de Hawái se verían afectadas por un inesperado brote de lepra, haciendo que el pánico se desatase en las calles y de la cual no se conocía cura haciendo que el rey ordenara aislar a los enfermos en la isla de Molokai, en el año 1.873 el obispo de las islas necesitaba enviar a un sacerdote, solicitado, Damián viajo sin duda para lograr milagrosamente en el caos de la isla, formar una comunidad amorosa y pacífica.
El legado y reconocimiento del San Damián
Supervisando la isla, el santo lograría la construcción de la iglesia Santa Filomena, además de un hospital, enfermerías y viviendas. Su tiempo en la isla lo haría contraer la lepra a la edad de 49 años en 1.885 rehusándose a abandonar la isla para tener tratamiento falleció en la misma el 15 de abril de 1.889. Su obra seria canonizada el 11 de octubre del 2.009 por el papa Benedicto XVI.