Hoy se conmemora a San José Dô Quang Hiên, santidad reconocida por ejercer como presbítero bajo la Orden de Predicadores cuyo destino fue convertirse en mártir, durante su estancia en prisión usaría cada momento para realizar conversión cristiana a los paganos encerradas junto a él, dándoles calma y guiándolos a la fe, cubriendo a todos los que pudiera antes de ser ejecutado por órdenes del emperador Thiéu Tri.
José Dô Quang Hiên nació en el año 1.775 en Nam-Dinh ciudad de Vietnam educándose en el catolicismo hasta su etapa adulta, decidiendo que su vida sería dedicada a la obra religiosa por lo que toma un viaje a filipinas para hacerse con el hábito en la Orden de Predicadores de Manila, su entrega lo llevaría a formarse en la profesión religiosa obteniendo el nivel adecuado para volverse sacerdote.
Las imposiciones autoritarias hacia San José Dô Quang Hiên
San José trabajaría como asistente del obispo Santo Domingo Henares, dando su mejor esfuerzo en el puesto hasta el año 1.833 cuando la represión contra los cristianos es reanudada, obligándole a huir y mantenerse en el anonimato para evitar su arresto y dejar sin ayuda religiosa a su distrito, hasta que es reconocido por un pagano quien acusa al santo cuando asiste a un enfermo con la intención de administrarle los últimos sacramentos.
El inquebrantable deseo de apoyar y cuidar a los afligidos
Encarcelado, San José Dô Quang Hiên es torturado y obligado a que rechace la fe cristiana pisando una cruz, este se niega por lo cual recibe azotes y le encierran cuatro meses en una prisión en pésimo estado, su ferviente deseo de ayudar a otros lo mantiene activo asistiendo y apoyando a los paganos, guiándoles a la fe cristiana. Falleciendo en el año 1.840 se le confirieron milagros a su fuerte voluntad, siendo canonizado en el año 1.988 por Juan Pablo II.