Hoy 22 de abril se conmemora a Santa Senorina de Basto, santidad recordada por sus virtudes de carácter heroico y sus múltiples prodigios. Nacida en el año 924 aproximadamente e hija del Conde y Señor de territorios en Vieira, Abulso Belfajar, tras la muerte de su madre a tan temprana edad que dejaría a Senorina casi de pecho, ante el sufrimiento de su padre al verla tan joven y sin una figura materna tomaría la decisión de enviarla con su tía Godina.
Su tía no la rechazaría y la formaría de forma ilustre, viéndola de joven como un templo del Espíritu Santo, Senorina se esforzaría en alcanzar siempre la mayor perfección en su hacer religioso, encomendándose a la oración y guardando ayuno diario apaciguando sus instintos con un cilicio, hasta sangrar y ofreciendo estas prácticas como tributo al Señor.
La rápida fama y la noble propuesta hacia Santa Senorina de Basto
Tras algunos años seria reconocida por sus fuertes virtudes, volviéndose famosa rápidamente en toda la región local, hasta ser buscada para pedir su mano en santo matrimonio por un caballero de la nobleza quien trataría de persuadirle y obtener su aprobación, siendo sus recursos inútiles ya que Santa Senorina le insistía en decirle que su entrega y devoción dirigida a otros designios.
El amor hacia Dios y sus milagrosas obras
El Conde, soñaría que su hija debía ser encomendada a Cristo, sin perder el tiempo este le otorga el permiso para portar la vestidura benedictina y usando las respectivas insignias de esposa de Jesucristo, siendo admirada por otras religiosas, seria devota a hechos milagrosos a través de sus oraciones como el convertir el agua en vino y el apaciguar de tormentas. Fallecida en el año 982, su canonización seria otorgada en el año 1.130 por Paio Mendes, arzobispo de Braga.