En este día se conmemora la vida y obra de San David Uribe Velasco, sacerdote entregado a las obras misioneras hasta ser incluso condenado por estas. Nacido el 29 de diciembre de 1888 en Buenavista, desde muy joven se interesa en la religión y pide permiso a sus padres cuando tenía catorce años de edad, entrando al seminario conciliar de chapa, esta era muy especial para él ya que pertenecía a la parroquia donde nació.
San David mantuvo un estilo de vida muy ocurrente, humilde y sin humillar o ser insidioso con nadie, esta actitud lo volvió llevo a ser seleccionado para presbítero el día 2 de marzo del año 1.913 durante la revolución mexicana, misionando en el Estado de Tabasco, siendo conocido en aquellos años como un lugar pobre en creencia, de relajadas costumbres y altos vicios con mucha impiedad, su obra en aquel lugar hizo que lo nombraran párroco en el pueblo de Zirándaro.
Las persecuciones sufridas por San David Uribe Velasco
Su trabajo como predicador fue afectado por las revoluciones y protestas que se generaban por la que en aquel entonces se conocía como la “Ley Calles” la cual impedía a cualquier persona obrar con fe y expresarla directamente, además de eliminar la existencia de la iglesia católica. Pese a las amenazas, San David continúo su camino y rechazo las invitaciones a la nueva “iglesia cismática”.
El temple del Santo hasta su muerte
Rechazar la “iglesia cismática”, le trajo terribles consecuencias a San David, siendo arrestado bajo el pretexto de ser “enemigo de la patria”, fue condenado a muerte el 11 de abril del año 1.927. Cuando fue sacado de su celda y asesinado por la espalda. Su obra es recordada por la milagrosa fuerza que poseía su predicar y fue canonizado en el año 2.000 por el papa Juan Pablo II.