Hoy se conmemora a San Leonardo Murialdo, sacerdote italiano. Fundador de la Pía sociedad de Turín, fue un hombre devoto a difundir la palabra de Dios con base en la fe y el amor. Nacido en Turín, Italia del año 1828, fue conocido como una persona dulce y noble, dispuesta a entregarse siempre ante cualquier persona que le necesitara, en especial los desamparados sin hogar ni familia, sin conocimiento de Dios.
Leonardo no tuvo siempre un camino seguro en su fe, a los 17 años tras una crisis religiosa es cuando decide consagrarse a Dios y así recibiendo en 1851 la orden sacerdotal, formándose primero como Doctor. Su humildad y buena voluntad le hace ser reconocido como el cura de los barrios pobres, el apóstol de los limpiadores y los jóvenes obreros.
La extensa misión educativa de San Leonardo Murialdo
El padre Murialdo siempre tuvo la búsqueda de formar la educación en los chicos, todo el dinero que tenia de su herencia, lo gastó en la educación de los pobres. Aceptó dirigir el Colegio de los Artesanitos en su ciudad natal al mismo tiempo que se rodeaba de colaboradores. Al quedarse sin dinero de su herencia tomó la iniciativa de pedir a los ricos para continuar sus fundaciones educativas.
El amor y la búsqueda de la santidad
En su continuo esfuerzo y devoción, el padre buscaba la santificación. Esta misión le inspiraba para continuar expresando su amor a Dios, fundando en 1873 a los Josefinos con el lema “Callemos y obremos”. Fallecido el 30 de marzo de 1900, consiguió la santidad y milagros por obra de Dios, sus fieles seguidores han sentido el amor e inspiración para continuar su obra. Finalmente fue reconocido como santo en 1970 por el papa Pablo VI.