Este 29 de marzo se celebra el día de San Eustasio de Luxeuil, quien mostró su capacidad para mediar con los conflictos en las creencias dadas para la religión y la iglesia. Nacido en el año 560 en borgoña, su nombre proviene del idioma latín armado de dos palabras eu y stasis (bueno y firme, respectivamente), siendo de una familia noble y ofreciéndose para servir de discípulo a San Columbano.
Se caracterizó por ser un monje irlandés que decidió refugiarse en la soledad, lo que lo inspira a fundar el monasterio de Luxeuil.
San Eustasio era un hombre con grandes deseos, buscaba un lugar adecuado para concentrarse en la oración y la penitencia, es así como ingresa en Luxeuil y se convierte en uno de sus primeros monjes.
Columbano debido a ciertos conflictos que poseía con la reina Bruneguilda y su nieto rey de Borgoña, condena los errores que estos cometen, causando gran revuelo en la Iglesia y desapareciendo la calma que los monjes podían disfrutar.
La travesía de San Eustasio de Luxeuil
San Eustasio, en consecuencia por los actos de Columbano, decide autodesterrarse a Austrasia, un reino fundado en el año 511. Con el paso del tiempo se reúne con su superior del monasterio, también conocido como el abad Columbano. Así emprende una nueva jornada de predicamento por el Rhin, recorriendo largos territorios hasta llegar a tierras suizas.
El dilema religioso y las soluciones propuestas por Eustasio
Con el paso de los años a San Eustasio se le nombra abad, por orden de su maestro Columbano y con órdenes de gobernar el monasterio de Luxeuil, es allí donde confronta problemas con un monje llamado agreste. Éste, lleno de envidia y orgullo, desafía las órdenes de su abad y dice ser mejor para dar la palabra y la oración que Eustasio.
Sin embargo, logró solventar la situación al defender su forma de dar la palabra y mostrando ante las autoridades un mayor dominio en el monasterio.