San Luis Versiglia fue un mártir cristiano que vivió en China y luchó por predicar la Palabra de Dios en ese lugar.
Joven inteligente
San Luis Versiglia nació el 5 de junio de 1873 en Oliva Gessi, Pavía, en una familia que lo educó en la fe cristiana. Estudió en el Oratorio Salesiano de Turín donde demostró que era un joven que tenía una gran vocación y sensibilidad.
En ese lugar recibió la dirección espiritual de San Juan Bosco, por lo que lo estimó en gran manera, pero a pesar de esto no quería dedicarse a la vida religiosa sino que quería ser veterinario.
Después de la muerte de Don Bosco, acudió a la misa y allí entendió que tenía la vocación del sacerdocio y quería ser misionero.
De manera que partió a China en el año 1906 junto a otros religiosos, llegó a la ciudad de Macao y allí trabajó en diferentes misiones con enfoque en los niños huérfanos y personas necesitadas.
En 1910 tiene que irse a Hong Kong porque las autoridades deciden expulsar a los salesianos, pero regresa nuevamente a Macao en 1914.
Fue nombrado obispo en 1921, y a pesar de que era una época difícil para la Iglesia Católica, San Luis Versiglia no desmaya y sigue adelante con su misión.
Pasión por el evangelismo
Conoció a Calixto Caravario cuando hizo una visita a Italia, y el joven religioso se ofrece a ayudarlo en sus misiones, por lo que se van juntos a China.
En el año 1926 inician las protestas en contra de los cristianos que están en la región, por lo que ya había un clima tenso.
San Luis Versiglia y San Calixto Caravario, junto a tres alumnas salesianas, son apresados por piratas el 24 de febrero de 1930 cuando iban camino a Lin Chou. Los piratas asesinan a los religiosos porque querían aprovecharse de las jóvenes.
San Luis Versiglia fue beatificado por el Papa Juan Pablo II en 1983 y canonizado por el Santo Padre, el 1 de octubre del 2000.
