San Eleuterio de Tournai fue un obispo que fue martirizado, y es venerado como santo por la Iglesia Católica.
Un fiel servidor
San Eleuterio nació en Tournai, una ciudad francófona perteneciente a Bélgica, hacia el año 456. Nació en una familia de padres cristianos que lo guiaron en la verdadera fe.
Aunque no se tiene mucha información acerca de su vida, se sabe que transcurrió durante uno de los periodos más difíciles de la historia de Francia.
De acuerdo con la tradición, fue nombrado como el primer Obispo de Tournai a finales del siglo V por causa de la organización que necesitaba la Iglesia, y se encargó de hacer una noble labor, ya que la ciudad estaba llena de ciudadanos idólatras.
De manera que San Eleuterio se dispuso a predicar la Palabra de Dios al pueblo, logrando que muchos se bautizaran y decidieran seguir el camino correcto.
Obras y misiones
San Eleuterio fue encomendado por el Papa Hormisdas para luchar contra el creciente arrianismo que se estaba propagando entre los fieles.
De hecho, muchos de los ciudadanos Francos pasaron de ser idólatras, a ser herejes y aceptar el arrianismo como verdad.
Se realizó un concilio, y se decidió que se iba a erradicar el arrianismo del lugar, por lo que San Eleuterio continuaba con su ferviente predicación en contra de esta corriente.
Un día cuando iba camino a la iglesia, San Eleuterio fue atrapado por un grupo de arrianos a los que les disgustaba que continuara predicando en contra de ellos.
Lo golpearon salvajemente y quedó con heridas graves, pero no murió en ese instante. Sin embargo, como estaba muy herido, murió a los pocos días ya que no pudo sanarse.
El martirio de San Eleuterio de Tournai ocurrió hacia el año 532. Sus restos reposan en la Catedral de su ciudad natal, en memoria de su ferviente predicación.